Your eyes tell [KookV]

»Capítulo único

Your eyes tell
[Bts]

La vida de casados de Jeon TaeHyung y Jeon JungKook era feliz. Ambos se amaban descontroladamente, se respetaban y, por supuesto, respetaban sus profesiones.

JungKook era un escritor, disfrutaba de deleitar a sus lectores con hermosos escritos, le encantaba ver las hermosas reacciones de cada uno de ellos a diferentes escenas de sus obras.

TaeHyung era un famoso actor, tenía millones de seguidores y fans tanto nacionales como internacionales, y así, ambos eran felices en su pequeña burbuja de felicidad.

Sin embargo, hace unos días salió a la luz un pequeño secreto, y es que, el mayor, Jeon JungKook tenía una discapacidad. Era mudo. Debido a esto, algunos haters aprovecharon ese hecho y empezaron a infundar rumores falsos como por ejemplo, que el menor, Jeon TaeHyung solo se había casado con él por lástima. También otros hablaron sobre que el rubio era un estorbo para la vida del
pelinegro, y toda esa situación, empezó a afectar a JungKook, quien estaba empezando a creer en esos rumores.

Una tarde de Agosto, la pareja estaba viendo una serie, su nombre era "Your eyes tell", donde el chico era ciego.

Con un nudo en la garganta, JungKook, usando sus manos, se comunicó con su esposo.

-"¿Por qué no podemos ser ellos?"-gesticuló, captando totalmente la atención del otro-"Ellos son felices, incluso si el chico no puede ver. ¿Qué debo hacer para que seamos felices como ellos?"

El pelinegro suspiró, sintiendo tristeza por lo dicho por su marido.

-¿Acaso no eres feliz ya conmigo, mi amor?-le dio una sonrisa triste, sintiendo sus ojos cristalizarse. El rubio se alarmó, negando con su cabeza.

-"No... Quiero decir... Sí. Lo soy. Pero no como quisiera"-limpió las lágrimas de su pareja, sintiéndose mal de haberlo hecho llorar-". Me expresé mal, disculpame, ángel. Es solo que... Esos comentarios que hacen... Me duelen. Y no es que no crea en tu amor, lo que pasa es que cuando a uno le repiten mucho una cosa... Termina creyendo en ello."

El Jeon menor tomó asiento en el regazo del mayor, para luego acariciar sus rubios mechones de cabello.

-Mi vida, mi Kookie...-juntó sus narices, dándose un beso de gnomo. Bajó sus dedos color canela a los botones de la camisa blanca del contrario, desabrochando cada botón suavemente. El chico que estaba siendo desvestido lo miró confundido, aún así sintiendo una leve excitación.-Dejame demostrarte cuánto te amo, amor. Dejame demostrarte el placer que me das cuando me tocas, cuando me haces el amor.

El más alto lo miró con una expresión incrédula.

-"Sabes que te amo, pero no seré el pasivo. Nunca lo he sido ni nunca lo seré."

El más bajo rió, negando con la cabeza.

-No, Kookie. Serás el activo como siempre, solo que esta vez llevaré yo el control.-aclaró, sintiendo como el cuerpo de su amado se destensaba.

Terminó de quitar la prenda superior del contrario, y, al hacerlo, empezó a besar el cuello de este suavemente, ganándose como recompensa una mirada llena de placer, haciéndole saber que estaba disfrutando sus besos. Bajó uno de sus falanges al pezón oscuro, rodeando la aureola y frotandola suavemente, para, entonces, jalarla.