Teletrabajo y otras perversiones

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Trabajar desde casa puede parecer un planazo, pero también tiene sus cosas. Por ejemplo, pagas más luz, cuesta mucho separar tu vida diaria de tu trabajo y es bastante probable que te sientas aislada, sola, aburrida, desmotivada y en definitiva, con la guardia baja.

Como me pasó a mí.

Trabajaba a tiempo parcial desde casa, respondiendo correos y cerrando tickets de servicio técnico de una plataforma de streaming muy conocida. Al final es todo lo mismo: No me funciona la tarjeta, no me funciona la contraseña. Envías la respuesta predeterminada y a otra cosa.

Todos los días teníamos una reunión de control donde el jefecillo de turno recitaba los tickets abiertos y cerrados y emitía algún juicio o alguna recomendación al respecto, pero ya te digo que eran siempre los mismos.

Lo bueno y lo malo era que un trabajo así te deja mucho espacio mental para pensar. Aunque ya sabes, pensar no es siempre lo mejor que puedes hacer.

Ese día hice otra cosa de la que a día de hoy no sé si me arrepiento o no.

Como todos los días, la reunión estaba programada a las cinco de la tarde y como todos los días, estaba sola en casa.

Mientras llegaban las cinco yo seguía dándole a la tecla más o menos a buen ritmo, pero me detuve de pronto cuando una idea me erizó el vello.

Hace nada me había comprado un vibrador que me había costado un dineral, pero tenía algo muy guay. Control remoto. Y no me refiero a estos que van con mando, me refiero a remoto de verdad. El aparato funcionaba con una app que emparejada con él, permitía a cualquier usuario con la app controlar tu juguete.

Me levanté de la silla y me puse de rodillas al lado de la cama. Tardé un instante en decidirme, pero acabé sacando la caja con los juguetes sexuales. ¿Y si hacía la reunión de hoy más divertida?

Volví al escritorio con la caja y la abrí. Puse encima de la mesa la mordaza de bola, las tobilleras, el antifaz y una cuerda. Cogí el móvil y abrí la app. Siempre había alguien conectado así que decidí probar suerte. No había tenido oportunidad de hacer esto todavía y me daba muchísimo morbo. Saqué también el vibrador y el lubricante y lo dejé sobre la mesa. Escribí un mensaje en una especie de feed que tienes para escribir. Puse algo como "In a boring zoom meeting, who wants to control me? <3 <3 <3"

Eran las cinco menos cinco así que me puse manos a la obra. Me puse las tobilleras de forma que mis piernas quedaban abiertas y con los pies hacia atrás. Notar que no los podía mover de esa posición hacía que se me acelerase la respiración. Después, procedí con la mordaza y una vez bien abrochada detrás de la cabeza, me acaricié un poco.

Mi móvil vibró, era la app. Un usuario llamado "Lauwr_xxx" quería conectarse. Era de mi misma ciudad y no tenía foto de perfil. Solo ponía que era una pareja con ganas de jugar. Acepté la petición y encendí el aparato.

Las cinco menos dos minutos y ya estaba todo casi listo.

Eché un poco de lubricante sobre el vibrador y lo distribuí bien. Sin quitarme la ropa interior lo introduje despacio, notando cómo se acomodaba. Avisé por el chat de la app que ya lo tenía puesto y una vibración muy suave me dio un respingo muy agradable. Ya casi estaba.

Las cinco menos un minuto.

Conecté los cascos con micro que tenemos que usar para las reuniones y me lo puse cerca de la boca. Acto seguido, le di al ratón para entrar en la sala y tras coger la cuerda, me puse el antifaz. Ya no veía nada, pero sabía apañármelas para atarme y desatarme las manos a la espalda yo sola. Con cada pasada y con cada tirón de la cuerda me iba poniendo más cachonda y el vibrador se ocupaba de que mi excitación no se diluyera así como así.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2021 ⏰

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