Dr. Hasekura

Unique Part: Loving is a hard choice

*One-shot ambientado en los capítulos ya mencionados de la serie Dr.House

*Puede contener lenguaje técnico con terminología médica, cualquier duda son libres de comentar

*Pido disculpas por cualquier error ortográfico o de redacción

*Pareja central-Hasehiro [HasekuraxMasahiro]

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-Dr. Hasekura...¡Dr. Hasekura!-Grito una voz a través de aquel pasillo haciendo que el nombrado se detuviera.

-¿Se le ofrece algo Kaide-san?

-Claro que si, debe ir a dar la clase a los universitarios.

-¿Por qué yo? Tengo muchos pacientes que atender para ir a dar cátedra aburrida.

-¡Deje las bromas y póngase a hacer lo que le toca Hasekura! Además, si lo hace le reduciré los tiempos de clínica.

El nombrado dio la vuelta y encaró a la directora del hospital.

Lovelace Kaide, una persona estricta pero muy responsable de agraciada apariencia y largo cabello morado ondulado.

Ya era algo grande de edad, pero eso no le quitaba nada de atractivo pues se cuidaba bastante debido a que para ella la estética era fundamental.

Sin embargo, tenía un problema que le hacía tener cada vez más arrugas por mucho cuidado que se tuviera.

Y ese era Hasekura Asaya, el doctor encargado de diagnosticar las enfermedades más raras que ningún otro podía, por ello es que se le consideraba un doctor prodigio así como un valioso elemento del personal médico.

Y no solo eso, a pesar de ya estar grande, era muy apuesto ya que poseía unos preciosos ojos mieles así como cabellos anaranjados que hacían juego con su bonita piel aunque algo arrugada por la edad.

Lamentablemente, su físico corporal no era el mejor pues tenía un daño permanente en su pierna que lo hacía cojear.

Se trataba de un aneurisma que le había costado gran parte de la motricidad y sensibilidad en esta, además de que traía consigo un dolor que solo lograba aliviarse por medio de analgésicos que debía tomar por el resto de su vida.

Debido a eso, era típico verlo en traje, con un bastón en mano y su frasco de calmantes en un bolsillo.

No era raro por ello que muchos lo tacharan de drogadicto obsesionado con los AINEs.

Pero eso no era el verdadero problema, para varias personas eso era lo de menos, sin embargo lo que le había reducido su círculo social era...

-Bueno, lo haré. Pero solo si lo reduce a una hora.

-¿De 5 a solo 1? Esta loco, Hasekura.

-¿Acepta o no? Necesito una respuesta rápida porque mi tiempo es muy valioso como para gastarlo en pláticas insignificantes.

-Bien, de 5 a solo 1, pero solo por un mes.

-Excelente, gracias Kaide-san, un mes me servirá para disfrutar del final de mi novela-Concluyó el ojimiel dando la vuelta confundiendo a la directora.

-¿A dónde va? ¿No había aceptado?

-Claro, pero primero iré al servicio, ¿o acaso ni eso puedo hacer?

Antes de poder objetar más, el ojimiel camino o más bien, cojeo hasta el W.C.

Una vez ahí, hizo sus necesidades, se lavó las manos, se arregló un poco y salió encontrándose con su amigo encargado de oncología así como su equipo de trabajo con los que resolvía los casos.