Tu eres arte! (Drabbles Y One-shots Drink)

Gotas De Agua

El cristalino líquido bajaba por el vidrio de las ventanas, cayendo desde las nubes, arriba en el cielo que ahora era gris, causando una deprimente aura en algunos, pues las nubes escondían con celos el radiante sol, así como sus rayos de luz, que de alegría a -casi- todos brindaba.

La mayoría tendría que suspender sus actividades, para refugiarse de la fría agua que afuera caía, tal como si las nubes lloraran, por causas que no conocemos, tal vez por la ida de alguien, tal vez por la llegada de otro, las razones parecían infinitas, tal cual como lo que cada humano hizo al presenciar todas las gotas de agua. Algunos se mantuvieron afuera, jugando y saltando entre los charcos, mientras que otros corrieron para mantenerse secos.

Mientras afuera varios corrían, había alguien que en su casa se encontraba, contando cada gota de agua que pasaba por la ventana, las cuales caían tal cual una cascada. Cada gota iba por su propio camino, moviéndose de un lado al otro hasta que nada mas quedara, como si de una fina danza se tratara, una donde las personas se movieran sin parar, hasta agotados terminar.

Esa persona que todas las gotas contabas, era nuestro querido, y ya conocido, Dream, quien se encontraba tranquilo recargándose un poco en la ventana de su casa, una que se encontraba en su habitación si se quiere ser especifico, recargándose contra esta, empapando así un tanto la zona donde respiraba.

Que ambiente tan pacifico es el que se había formado, algo perfecto para leer, ver alguna película, o algo mas, pero el rubio, como muchas otras personas, tan solo prefirió quedarse sentando, viendo hacía afuera por la ventana. De vez en cuando cerraba sus ojos, imaginándose un mundo totalmente diferente al que habitaba, una historia en la que no había bien ni mal, pero que cada uno estaba por su lado, con diferentes objetivos, los cuales se verían diferentes para cada ojo. Se imaginaba algún otro mundo, un tanto medieval, o mas bien dicho anticuado, donde habitaba en alguna clase de aldea, con alguien más, aunque no lo identificaba, todo en ese mundo parecía genial, sacándole una sonrisa en la realidad.

Mas todos esos pensamientos terminaron al ser interrumpidos por el sonido de alguien tocando la puerta, llevándolo una vez más a la realidad.

Salió de su cuarto con algo de prisa, luego bajando las escaleras, un pie adelante de otro, tratando de no caerse hacia el frente, para por fin llegar a su destino final: la puerta de la entrada.

Ya estando ahí, abrió la puerta sin si quiera preguntar quien era, después de todo, tenía una vaga idea de quien podría ser, idea la cual se confirmó al ver por fin quién se encontraba al otro lado, totalmente empapado y con su ridícula sonrisa, significando que no se arrepentía de nada.

—Diablos, estas empapado, ¿para que viniste aquí si quiera? —veía como las gotas de la lluvia caían por toda la cara Ink, se veía agotado, seguramente por haber corrido quien sabe cuántas cuadras para llegar a su casa, pero aún así y con todo, portaba con su característica sonrisa.

—Bueno, mi plan era venir a sorprenderte con unas flores, pero pues, creo que ya sabes que paso jeje —rascaba su cabeza mientras reía con algo de pena, pero al mismo tiempo diversión. Le paso un ramo de flores, unas margaritas con leves toques de pintura, pero que a este punto estarían muertas por tanta agua, pero como siempre, Dream aceptó ese regalo sin importarle si quiera un poco como es que lucían.

—Espera aquí un poco para ir por una toalla.

—Tampoco pasará nada si paso así, ni que estuviera tan mojado —y antes de que el dueño de la casa, y el que tendría que limpiar todo eso pudiera decir "pero", Ink como todo el sin-vergüenza que era, entró como si fuera su propia casa, trató de ser romántico, y salió mal, así que no le quedaba más que pasar un buen tiempo con su pareja.

—Ni para que trato de detenerte —es probable que se lo haya dicho a si mismo, ya que el otro había avanzado bastante rápido hacia la sala, acción que el imitó, también yendo a la sala.

Una vez ambos estando ahí, Dream le -ordenó- pidió a Ink que se sentará en el piso, uno de madera color claro, que lucia algo viejo, al igual que toda la casa, más aún así, era bastante acogedora. Nuestro visitante, e interruptor, realizó lo que le pidieron hace unos instantes, sentándose con cuidado, como si el piso fuera una reliquia que se tendría que cuidar. Cruzó sus piernas, y llevo sus brazos hacia atrás, sentándose de "cazuelita" o "mariposa" como algunos dirían.

Dream, se sentó en el sofá, que se encontraba delante de Ink, y abrazo sus piernas para darse algo de calor, tan solo tenía puestos unos calcetines, así que no ensuciaría el mueble.

—¿Tienes frío?

—Yo te debería de preguntar eso, ¡Viniste corriendo por la lluvia, y el viento esta helado! —se notaba un gran tono de preocupación, era probable que Ink terminará con un resfriado, pero al parecer a él no le importaba, o si quiera lo recordaba, ¿Cómo es que siquiera tenía un trabajo estable?

—Rayos, lo había olvidado por un momento —mientras Dream se cuestionaba la vida de Ink, y como es que si quiera puede existir una persona así, y que para él colmo fuera su pareja, Ink se reía de haber olvidado que permanecía mojado.

Así se pasaron la tarde, tan solo hablando, rompiendo el silencio que había en la habitación, llenándola de vida, aunque si está tuviera mente, estaría horrorizada con el sentido del humor tan roto que ambos tienen, aunque para ellos fuera uno perfecto.

Al final de todo, las gotas de agua seguían cayendo bajo el techo, mas en buena compañía, eso con facilidad se olvidaría.

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Palabras: 968

Se supone que esto iba a salir en mayo-

Cada vez que digo que sacare los capítulos más rápido, tardó más- me perd0nan?-

Por cierto, en el clima, me inspire algo en el que hay en Pátzcuaro, un pueblo de Michoacán, México. Fui allá no hace mucho, y a diferencia de donde yo vivo, ahí el clima es muy fresco durante todo el año. Aparte de que nos llovió mientras comprábamos un chocolate-