Media Luna

Ojos Malditos -Hiromi-

Debo agradecer a mis hermanos Tsukuro y Alex por siempre ayudarme.
No tuve una infancia fácil, pero ellos la hicieron menos dura.

Hubo una ocacion, que unos niños de la cuadra, unos gemelos que vivían en la casa de enfrente, me acorralaron entre unos arbustos y querían ver si en verdad era un niño.
Tenia cinco años de edad y apenas lograba hablar bien, y no tenía la fuerza suficiente para defenderme por mi cuenta.
Me tomaron del cabello y me arrastraron hasta golpearme en la pared de una vieja casa.
Sus ojos daban miedo, como si hubieran perdido el razonamiento humano.

__ déjanos ver que tienes ahi __ uno de ellos comenzó a jalar mi camisa mientras trataba de detenerlo.

__ maldito marica__ mientras el otro sujetaba mis tobillos y se sentaba sobre mi para evitar que me moviera.

__ no, no __ lloraba sin parar __ déjenme...no, no.

El que trataba de levantar mi camisa, tomó algo del piso y lo metió en mi boca. No puedo recordar que era,  pero si que olía mal.

__ deja de moverte maldito mocoso!! __ cerro su puño y cerre los ojos por instinto, pero no recibí un golpe, pero si escuche un golpe.
Abri los ojos y estaba Alex sobre ambos niños. Mordiendolos y dando patadas, mientras que tsukuro me ayudaba a levantarme y veía que me habían hecho.
Cuando vio que tenía los pantalones abajo, se enfureció y fue a golpear a los niños junto a Alex.

Terminaron castigados por mi culpa.

No eramos unos hermanos unidos. Alex y tsukuro tenían 9 y 8 mientras yo tenía 5 años.
Esa diferencia de edad nos había distanciado y mis problemas los agrandaron.

Había entrado a la escuela primaria y las agresiones incrementaron gradualmente. Hubo ocasiones que mis compañeros ponían basura en mi mochila, otras que me empujaban por las escaleras.
Pero la que más dolor me causó, fue, cuando la única persona que hablaba conmigo, terminó encerrándome en un cuarto donde guardaban cosas viejas, un tipo de almacén. Y fue ahí cuando vi un monstruo por primera vez.

Estaba de espaldas en un rincón, su piel verdosa estaba pegada a sus huesos que dejaban ver  su columna deforme y chueca. emitía un ruido horrible, como si raspara sus dientes contra algo duro. Tenia heridas podridas por todos lados.

__ sii...siii.. solo un poco más __ al hablar, parecía que dos personas hablaban al mismo tiempo. Y yo solo lo veía pegado en la puerta tratando de abrirla.__ si un poco más...

Comenzo a levantarse y su cuerpo estaba cargado del lado derecho, sus piernas largas y flacas a penas lograban sostenerlo. Bajo sus pies, un charco de sangre se hacia presente. No quería mirarlo, no quería saber cómo era su rostro, pero al levantar la vista, ya estaba frente a mi, con su rostro pegado a centímetros del mío.
Sus ojos eran grande, amarillos con las venas llenas de sangre a punto de explotar. Su frente era ancha, no tenía nariz, su sonrisa se alargaba más cada segundo, sus dientes afilados y podridos con un aroma fétido que me dieron nausea.

__ sii...siii __ abrió su boca tan grande que fácilmente cabría en ella. Lograba ver su garganta, donde había miles de ojos en ella.__ siii... un bocado más...

Grite tan fuerte como pude, golpee la puerta hasta sangrar mis dedos, pero el monstruo me tomó de la garganta, me levanto hasta topar mi cabeza contra el techo. Y al lamer mi pierna, esta se llenó de yagas.

Me costaba respirar, rasguñaba su mano para que me soltara pero no era comparable su fuerza con la mía. La vista se nublaba, mis fuerzas se iban lentamente y cuando estaba a punto de perder la conciencia, la criatura me soltó, cai al piso de lleno sobre unas bancas metálicas viejas que terminaron sobre mi.
Inmóvil, solo podía presenciar como otra criatura monstruosa se tragaba al monstruo que me habia atacado como si fuera una mosca atrapada en su telaraña.

No recuerdo cuánto tiempo pasó. Desperté en un hospital con el brazo enyesado, un parche en el ojo, varios moretones en el cuerpo y el ardor en la pierna. El pecho me dolía al respirar, quizá tenía fracturas en las costillas, nunca pregunté.

Miraba al rededor, las paredes blancas, la lámpara con luz blanca, las sábanas azul claro, el ruido del goteo de la intravenosa. Y en el sillón, alex y tsukuro dormidos con los ojos hinchados y moretes en las mejillas.

En ese momento, entro mi mamá con mi bisabuela a esa blanca habitación. Trate de hablarles pero no lo logre.
__ sh! Calma bebe__ mi mamá acariciaba mi cabeza con gentileza.__ no trates de hablar, todo está bien.

La mire y luego mire a mis hermanos.
__ golpearon a ese chico que te encerró en ese cuarto.__ la abuela se acercó y los cubrió con una sábana.__ escucharon como se reían un grupo de niños y al sacarles que habían hecho, fueron a buscarte, pero no te encontraron. Regresaron y comenzaron a pelear con ese amigo tuyo, por mentirles y más niños se metieron hasta que los detuvieron.

Mis hermanos me querían a su manera. No jugaban conmigo, me ignoraban en los pasillos de la escuela, ellos comían del otro lado de la mesa, pero estaban ahí cuando más difícil lo pasaba.

Siempre deseé ser alguien digno para estar con ellos.

Continuará.....