El clima estaba frío a pesar de estar en una época del año que pretendía ser bochornosa, el viento soplaba oleadas frías y leves que le causaban un escalofrío; recordar que hacía en ese lugar no le causaba ningún sentimiento, sabía que su cuerpo era una bomba de tiempo con este tipo de destino y todo lo que generaban los recuerdos.
— Señor, llegamos —Dijo el conductor después de un tiempo de estar inmóviles frente a la entrada.
— Gracias. —Respondió el joven adulto para pagarle al conductor; al salir, recibió el clima nublado y un ambiente de melancolía.
La entrada estaba desolada excepto por algunos vendedores de flores, decidió comprar unos bellos lirios blancos y continuó su camino que sin quererlo se había aprendido de memoria, observaba todas las lápidas con diversos nombres, hasta que llegó a la que no había esperado ver nunca y que verlo se le oprimía el pecho, el shock no había disminuido.
— Hola, Min —De sentó frente a la lápida y empezó a remplazar las flores secas por los lirios blancos que había traído.
— Espero que estés feliz en donde quiera que estés —Soltó su suspiro y continúo— Me dieron un ascenso en la empresa y Kibum quería celebrar, pero no tenía muchas ganas; él y JongHyun están felices, se mudaron juntos la semana pasada, han avanzado mucho, tú y yo sabíamos que se gustaban demasiado como para aguantar no vivir en la misma casa —Observó el nombre tallado en la piedra.
— Onew conoció a un chico y lo he visto bastante ilusionado, también ha adoptado un juguetón perrito que no ha parado de darle problemas —Sonrió con ojos tristes y continuó— Han pasado tantas cosas desde que vine la última vez, JongHyun me aconsejó no venir más, que me hacía daño esperando que regresaras pero... Me siento muy mal —Respiró con profundidad tratando de parar todas las lágrimas que tenía contenidas.
— Te extraño demasiado, pasó tanto tiempo y yo... Siento que soy el único que no ha superado esto, no quiero olvidarte pero me siento culpable porque lo he intentado, eres todo para mí y si tan solo no —Sollozó y no pudo continuar, tenía tanto que decir que sentía las palabras atravesadas en la garganta— No me preparé para que esto pasara, en ningún momento me preguntaste que haría yo si te perdiera, pasaron como cuatro o cinco meses y no puedo pensar en mí cumpleaños si tú no estás, me siento vacío, incompleto. ¿Porque no te fuiste conmigo? —Llevó sus manos a su rostro, tapándolo para tratar de darse consuelo. El había aguantado todos esos meses tratando de olvidar a MinHo y continuar con su vida, pero no podía vivir tranquilo con el dolor de ver las fotografías o acostarse en la cama y solo sentir un vacío a comparación de todas esas noches llenas de cariño que tanto extrañaba.
— Si solo pudieras decirme algo, amaba cuando me decías... Pequeño o bebé, me daba mucha felicidad —Retiró sus manos de su cara y observó los lirios blancos— Tu me dabas mucha felicidad —Inhaló y exhaló para parar de sollozar, limpió el resto de lágrimas para mirar su anillo en su dedo anular, no se había casado, pero ellos llevaban tanto tiempo juntos que se sentía como un matrimonio, ese anillo había sido una promesa que por desgracia ahora estaba rota, junto con el frágil y pequeño corazón de TaeMin.
— A ti no te gustaba verme llorar, y lo entiendo, nadie se ve bonito llorando —Trató de sonreír pero le dolieron los ojos— No lloraba mucho, pero cuando lo hacía, la mayoría eras el causante. Hubieron muchas sorpresas o algunos momentos en los que cuando faltaba comunicación, habían malentendidos y me sentía mal, porque creía que no era suficiente. Pero me enseñaste que... Nunca tendría un remplazo o no sería suficiente, eso quiero devolvertelo, no sé que pasará de ahora en adelante —Juntó sus manos en su regazo— Dejaré de venir hasta que deje de doler tanto, no quiero seguir dándome la culpa de lo que pasó cuando ninguno sabría las consecuencias —Se acercó a la lápida y colocó su mano sobre las letras.
— No voy a olvidarte, eso es imposible, pero dejaré de aferrarme a ti como lo he hecho, tu ropa la dejaré con tu mamá, ella estaba tan devastada que no le creo que esté bien si lo hago, pero espero que entienda que moriré de tristeza si no avanzo —
— También he iniciado un proceso para adoptar una gatita, sé que hubieras querido un perrito, pero a esa gatita la consentiré hasta que me canse —Sonrió aun cuando persistía su dolor en los ojos, y era probable que se hinchara por haber llorado pero no le importaba.
— Quiero recordarte con una sonrisa, no con una tragedia, así que apartir de hoy me prometo no llorar por esto y... Espero te sientas orgulloso de mí —Dejó una acaricia en la lápida y se levantó, no había parado de verla porque sentía que era un adiós que duraría mucho tiempo y tenía la sensación que se alejaría de su promesa de continuar juntos, pero ¿Tendría que mantenerla? A cualquier le daría igual, pero había tenido un proceso largo para organizar sus sentimientos y entender que haría a continuación.
— Hasta luego, Min —Se dió la vuelta y siguió el camino a la entrada que quedaba más cerca.
Al llegar a la acera, dió una señal a la calle para conseguir un taxi, tenía trabajo ese día, pero había escogido su horario de almuerzo para desahogarse. Su teléfono sonó y lo contestó sin mucha prisa.
— ¿Si? —Su amigo se había preocupado cuando le contó sobre que iría al cementerio, pero TaeMin tenía claro lo que tenía que decir.
— No te preocupes, Kibum. Todo irá mejor ahora —Colgó y se montó al taxi que había llegado, le indicó su destino y se recostó en el asiento.
Después de tantos meses de sufrimiento, finalmente se sentía aliviado y satisfecho, había sido una lucha larga consigo mismo; había pensado que su sufrimiento debía ser constante, pero había entendido que no tenía la culpa de nada.
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ꞋꞌꞋꞌ𝐓𝐨𝐨 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤﹆°| 2min
أدب الهواة𝟐𝐦𝐢𝐧 | Se culpaba todas las noches por no haberlo detenido. • • • ©Todo de mi autoría