Mi posición en los Vengadores actualmente era de dudosa estabilidad. Era triste, pero si algo aprendí es a que me dé soberanamente igual.
El Capitán me dirigía la palabra por cordialidad, educación y porque al menos era consciente de qué yo no les había hecho daño alguno, y porque mi padre también se encontraba "en paz momentánea" con ellos, mientras todavía cumplía trabajos comunitarios para pagar su deuda con la humanidad... O al menos con Nuevo Mexico, Stuttgart y New York.
Natasha y Clint todavía me miraban con completo desprecio, pero no decían nada. Al menos no a mí. Pero mi sangre hervía cada que faltaban el respeto a mí padre. Sentía la impotencia al verlo fijar la vista en alguno de ellos y tragarse su orgullo para levantarse y retirarse de la mesa.
Momentos después escuchábamos los ruidos de cosas romperse en su habitación. Entonces íbamos Stark, Wanda y yo a correr a ver qué pasó y si se hizo daño alguno.
Tony fue el único que nos trató con más cordialidad de todos, sin ser falso, además de Thor.
- Stark no es de guardar mucho rencor, sabe que es tóxico -nos explica el asgardiano a mi padre y a mí cuando a ambos nos sorprendió el trato del millonario-. Todavía recuerdo...
Sin rencores, Beachboy, que bien lanzas.
- Yo creo que Tony es demasiado para todos ellos -digo mientras rodaba los ojos, viendo como conversaban en la otra punta de la sala. Thor gira sobre sus talones para verlos, uy si, que disimulado-. No lo merecen.
Loki arquea una ceja mirándome, yo solo encojo mis hombros.
- Solo es la verdad -suspiro rendida, volviendo a ver a Thor que se queda pensando unos momentos en mis palabras.
- Creo que ella tiene razón, Loki... Creo que si alguien en el grupo tiene buenas intenciones, es Tony -comenta mi "tío" por así decirlo. Suelto una risita. Stark que estaba entrando en esa habitación en el momento, se acercó a nosotros, dando finalmente unas palmadas en el hombro de Thor.
- Y hablando de buenas intenciones... -comienza con tono sugerente y su mirada se fija en el pelinegro de la mesa. Suelto una risita al tiempo que mi helado padre bufa de frustración.
- ¿Y ahora qué Stark? -pregunta con tono irritado, mientras suelto una risita y me coloco de pie.
- No me mires así, tu destruiste New York, paga tus platos rotos... no literalmente hablando porque los pague yo, por cierto, me debes dinero de eso también -reprocha entonces Stark, haciendo una mueca con su rostro muy... muy... ¿Stark?
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Con Thor miramos ambos a mi padre, que se queda observando a Tony un momento antes de terminar encogiéndose de hombros y poniéndose de pié.
- Bien, ¿acabará esto alguna vez? Porque si es inútil, volveré a los cuernos antes de lo que Thor puede tragar un pastel, y eso es más rápido de lo que crees -se estira un poco usando su magia para cambiarse a un traje midgardiano negro, otra vez.
- Créeme, Cuernitos, se lo que tu no hermano puede tardar en comerse algo -dirige una fulminante mirada al rubio, yo solo río de pensar siquiera que cosa de Stark se pudo haber comido-. Darás una clase en una escuela de la tierra, a adolescentes esta vez, pero en el mismo edificio.
- Uy, ¡yo voy! -digo rápidamente. Mi padre sonríe, pero Stark borra la sonrisa mirándome con expresión seria. Entrecierra los ojos mirándome con atención.
Mentiría, y mi padre quizás esté orgulloso de eso, si dijera que quisiera ir solo para acompañarlos. O, de un modo más lógico... curiosear como son las escuelas midgardianas. Pero eso ya lo había hecho. Y mi padre no estaría orgulloso si miento mal.
- ¿Qué? Hice amigos ahí -digo, y carraspeo un poco bajando la vista, evitando el contacto visual.
Si con amigos me refiero a uno, más selectivamente al niño araña protegido de Stark, pues no sería una mentira en realidad.
Lo que si es verdad es que había conocido a Peter un par de encuentros atrás, la primera vez que lo trajo a la torre luego de que las cosas post guerra entre héroes se relajaran y de paso llegara mi padre, conmigo, a la tierra.
La mirada del gigante de hielo en la habitación se hace entonces un poco más seria.
*
- ¿Entonces vienes con el señor Stark? -pregunta Peter, mientras come un helado junto a mí en una de las bancas del patio de su escuela - Pero el señor Stark viene porque... ¿Loki? Tiene acción comunitaria en mi escuela, ¿tu que tienes que ver con eso? ¿Eres una vengadora?
Aw, tan Peter. Preguntando demasiado.
- Em... - lo miro unos momentos, meditando cual sería su reacción al enterarse que soy hija del sujeto que atacó la ciudad sin piedad alguna. Él levanta sus cejas, esperando mi respuesta y mueve las manos en una ademán para incitarme a responder.
Oh, shit.
Bueno, de todas las películas midgardianas que vi para adolescentes, solo se me ocurre una cosa para evitar un tema en este momento. Y la verdad es una idea que ya había cruzado antes por mi cabeza.
- ¡Oh mira! ¡Ahí están! - señalo hacia una dirección aleatoria. Cuando Peter voltea, beso su mejilla y me levanto para huir corriendo.
Cuando estoy a lo que creo serán unos cuatro metros, siento algo en mi espalda y de repente me veo siendo arrastrada a mis espaldas de golpe.
- Wou, wou, ¡no lo pensé bien! -la exclamación de Peter llega justo cuando, paso junto a él casi volando hacia atrás. Rápidamente me sostiene y termina cayendo conmigo debajo de él.
Al abrir mis ojos después del choque, lo veo observándome sonrojado.
- O lo pensaste muy bien, araña -digo con una sonrisa en mí rostro, antes de tomarlo de la camisa y jalarlo para besarlo.
Pero apenas había empezado a acostumbrarme a la sensación, es repentinamente alejado de mí.
- O quizás no tan bien, midgardiano -la voz de mi padre sonó como aquella vez en Alemania-. Tienes treinta segundos para arrepentirte de tocar a mi hija.
Los ojos de Peter parecen más asustados con cada palabra de Loki y este más regocijado de su temor.
- … ¿hija?
Bueno, esa era su reacción. Pudo ser peor.
*
Ahora. No tengo explicaciones... ¡pero miren justo que día vine a subir un os de Peter Parker!
