La Sirvienta del Hokage

Capítulo Único "Part-1"

La sirvienta del Hokage
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"Hokage-sama." Una voz gritó, severa pero suave al mismo tiempo.

"Zzzz Zzzz ..."

"¡Hokage-sama, esto es de lo más inapropiado!" La voz volvió a llamar y una mujer entró en la oficina. Parecía tener veintipocos años, con el pelo plateado hasta la cintura recogido en una cola de caballo. Su atuendo consistía en ropa formal de oficina, una camisa blanca y una falda lápiz negra. Su belleza tenía una cualidad etérea y de otro mundo como si fuera una forma de divinidad.

Esta era Grayfia Uzumaki, anteriormente Lucifuge, la esposa y secretaria personal de Naruto Uzumaki, el Séptimo Hokage de Konohagakure. En su lugar, quería convertirse en su doncella, pero había cedido después de la enrojecida y farfullante negativa de su marido.

Su esposo, que actualmente estaba durmiendo en el trabajo.

Los suaves ojos plateados miraron amorosamente al hombre dormido, observando su apariencia. Una figura alta y bien formada, con cabello rubio corto, y si no estuviera durmiendo, se podían ver los ojos azules más hermosos brillando con diversión. Al menos para ella, de todos modos.

"Zzz Zzz ..."

Sus delicadas cejas plateadas se movieron con molestia cuando Naruto se negó a despertar. Decidiendo intentar un enfoque diferente, cruzó la habitación hasta donde él estaba durmiendo. Mientras se acercaba a él, Grayfia pudo ver los montones de papeles en su escritorio. Incluso si Naruto tenía docenas de clones trabajando en el papeleo, el montón todavía se reponía milagrosamente. A pesar de toda su experiencia como secretaria, Grayfia todavía estaba perdida con respecto a este problema.

Llegó a Naruto, quien no mostró indicios de estar consciente de su presencia. ¿Era este realmente el Hokage, el shinobi más fuerte del mundo? ¿No se suponía que los shinobi estaban al tanto de su entorno en todo momento? Con lo profundamente que dormía su esposo, sería un blanco fácil para cualquier asesino lo suficientemente tonto como para desafiarlo.

Al llegar junto a la rubia dormida, Grayfia se inclinó y le susurró al oído. "Naruto-kun, ¿no quieres el Ramen que hice? Lo hice solo para ti ~." Casi ronroneó, esperando una reacción.

"¡Está bien, está bien, estoy despierto! ¿Dónde está el Ramen?"

El resultado fue instantáneo. Naruto se despertó instantáneamente y se enderezó de un salto, perdiendo por poco a Grayfia en el proceso. Luego miró a su alrededor, consciente del entorno por primera vez después de despertarse. Su mirada se posó en Grayfia y procesó lo que se había dicho. Luego, sus ojos se abrieron y dejó escapar un gemido manso.

"¿No hay ramen?"

"No, Hokage-sama. Necesitaba despertarte de alguna manera." Grayfia dijo, de vuelta en su personalidad estoica. Por muy adorable que pudiera parecer con ese puchero de ojos llorosos, ella tenía que seguir siendo profesional.

"¿Cómo pudiste hacerme esto, Fia-chan?" Naruto se lamentó patéticamente, "¡Sabes cuánto amo el Ramen, pero aun así me engañaste! ¡No tienes vergüenza, atatatata!" Su perorata fue interrumpida en el medio cuando Grayfia pellizcó con dureza su mejilla.

"Por favor, actúa como debería hacerlo un hombre de tu estatus, Hokage-sama." Ella lo amonestó severamente.

" Por una vez, estoy de acuerdo con tu esposa, Naruto." Kurama refunfuñó desde dentro, "Tus acciones juveniles se reflejan mal en mí, ya que eres mi anfitrión". Incluso si el zorro estaba acostumbrado a esta estupidez diaria, no significaba que tuviera que gustarle.