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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝙒𝘼𝙍𝙈 𝘾𝙊𝙆𝙀
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《Share a warm coke with me
Or motherfucker don't fuck with me
Tryna stay on my cool side forget it
If you got a cool ride then set it right》
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Donde Melissa, c...
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Donde Melissa, con tal de arruinarle una broma al idiota insoportable de Fred Weasley, pretende que su bebida favorita es la Coca-Cola caliente.
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Melissa Roberts no soportaba a Fred Weasley. No lo odiaba, pues era como un niño tonto queriendo llamar la atención actuando como un payasito sin gracia. Sólo le molestaba, precisamente, que fueran él y su gemelo George tan infantiles a sus dieciséis años.
A Fred le gustaba Melissa desde cuarto grado. George lo sabía, y todas las tardes desde ese año trazaba planes para que su gemelo pudiera conquistar a Roberts a como diera lugar. Primero trataron de impresionarla con buenas notas en Encantamientos, pero, según ella, "De ambos no se sacaba ni un cuarto de libra de cerebro", por lo que el plan falló.
Comprándole el secreto a Becky Fortunato, la mejor amiga de Melissa, consiguieron saber los dulces favoritos de esta. Así que, cada viernes por la mañana, Melissa encontraba en su pupitre de Historia de la Magia un paquete de telarañas de caramelo. Todas, siempre, con una nota cortesía de Fred Weasley.
Pero ese plan también falló. Melissa simplemente repartía las golosinas con sus compañeros de clase con tal de no tenerlas ella.
Y durante todo quinto, Fred y George hacían cada vez más y más cosas descabelladas para que Melissa le hiciera caso al enamoradizo pelirrojo. Prácticamente todos en Hogwarts sabían que Fred Weasley luchaba a diario por el inalcanzable amor de Melissa Roberts.
Hasta que, entonces, Fred creyó que molestar a Melissa la haría ponerle atención aunque fuera por un enojo. Batallando lo que no está escrito, los Weasley le sonsacaron a Becky el secreto de que Melissa amaba beber Coca-Cola por encima de cualquier bebida, muggle o mágica.
Así que, tras enterarse de esto, Fred se propuso a invitarle a Melissa refresco tras refresco hasta que esta lo aceptara. Y, cuando lo hiciera, se llevaría el peor sabor de boca de todos, pues la venganza era una bebida que se servía quemada y sin una gota de gas.
