La penumbra del casino clandestino se veía interrumpida por las luces brillantes de las mesas de juego y el ruido constante de las fichas cayendo y las cartas barajándose. El aire estaba cargado de tensión y el humo de los cigarrillos marcaba el ambiente, creando una atmósfera densa y asfixiante. Era una noche como cualquier otra para Damián, Dan y Matt, quienes observaban la escena atentos, buscando cualquier oportunidad para hacer crecer su fortuna.
Damian, con su cabello negro azabache y una altura imponente de 1,90 metros, apuntaba mentalmente cualquier suceso importante en la noche, con su mirada y su presencia magnética infundía auténtico terror. A sus 29 años, era el más joven de los hermanos, pero su astucia y determinación lo convertían en una fuerza a tener en cuenta en el mundo del crimen organizado.
Dan, el hermano mayor de 33 años, irradiaba una aura de autoridad y poder. Su cabello oscuro contrastaba con sus ojos azules penetrantes, que parecían leer los pensamientos de cualquiera que osara desafiarlo. Con una estatura igualmente impresionante y una complexión robusta, Dan imponía el miedo en quienes se atrevían si quiera a observarlo.
Matt, el hermano mediano del trío a sus 28 años, destacaba por sus ojos color miel y su habilidad en la tortura. Su atractivo físico, combinado con su carisma natural, lo convertía en el encanto del grupo. A pesar de su apariencia, Matt poseía una ferocidad latente que se manifestaba cuando era necesario. Los tres hermanos eran de estaturas imponentes y fuerza igual de sorprendentes.Su reputación como los mafiosos más peligrosos y conocidos del país no solo se debía a sus actividades criminales, también dirigían empresas, en su mayoría casinos donde los más desventurados aparecían a derrochar su dinero.
En una esquina de la sala, una partida de póker llamaba particularmente la atención de Dan. Allí, rodeado de copas vacías y con la mirada perdida, estaba el hombre que sería el protagonista de una serie de eventos planeados a la perfección por los tres mafiosos: Jacob, un jugador empedernido que había caído en desgracia. La suerte no había estado de su lado durante semanas y esa noche no parecía ser la excepción.
Los hermanos se acercaron a la mesa, atraídos por los murmullos y la creciente desesperación de Jacob. A medida que observaban el juego, se dieron cuenta de que el hombre había apostado y perdido casi todo lo que tenía. Sus ojos estaban inyectados en sangre, su camisa empapada en sudor y sus manos temblaban mientras sostenía las cartas. Damián intercambió miradas con Dan y Matt antes de acercarse más.
—¿Necesitas un poco de suerte? —preguntó Damián con una sonrisa afilada. Jacob lo miró con desesperación en los ojos. Sabía quiénes eran esos hombres y, aunque temía las consecuencias de involucrarse con ellos, la desesperación lo habían llevado demasiado lejos como para retroceder.
—Estoy seguro de que esta vez ganaré, tengo una última apuesta —dijo Jacob, con la voz quebrada y un brillo de locura en los ojos—. Mi hija.
El silencio se apoderó de la mesa. Damián arqueó una ceja y miró a sus hermanos divertido.La oferta era inusual, incluso para ellos, pero vieron una oportunidad que no podían dejar pasar. Llevaban tiempo observando a Elina, admirando su delicada figura y su belleza incalculable. Los tres la querían para hacerla su babygirl, realmente esperaban al momento adecuado, estaban demasiado ajetreados con el crimen organizado que no veían el momento para secuestrarla y llevarla a su nuevo hogar. Pero visto lo visto; su padre planeaba darla en bandeja de plata.
Desde el momento en que la vieron supieron que ella era la elegida para convertirse en su "baby". Ella consiguió cautivarles de inmediato, y estaban decididos a hacer todo lo posible para tenerla con ellos y ponerla un lindo chupete.
—¿Tu hija? —repitió Dan, cruzando los brazos mientras observaba atentamente al hombre.
—Sí, Elina. Es lo único que me queda. No puedo perder esta partida, no puedo volver a casa con las manos vacías.
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Mil Espinas
General Fiction-Me perteneces- Me decía Damián mientras se acercaba a mi. ____________________________________________ AVISOS 1. Hay faltas ortográficas, esta obra se corregirá al finalizarla. 2. Es tóxica. 3. Si eres menor y entras a leer, no me hago responsable.