Parte Única

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¡Hola a todos de nueva cuenta! Aquí con una nueva historia que no me atrevía a compartir y que ya tenía finalizada desde hace un tiempo, pero dije, está bien, a lo mejor a alguien le guste como a mí me gustó escribirla. (Es que casi no hay de esta pareja, en donde sea Naruto el seme c:)

Esto salió de mi perversa imaginación, por ello considero que es un PWP por el lemon que contiene, además de que Naruto es un joven de 16 y Minato tiene 36, así que no sabía si considerarlo "Shota", pero bien. 

Si no te gusta esta temática, puedes dar hacia atrás, no te obligo a leer y esto solo lo escribo como una salida a la rutina y para compartir con los demás que puedan estar interesados. ;D

La verdad tengo como que miedo de compartir esto, pero sé que así como yo va a haber gentecita que va a disfrutar esta loca y 'ardiente' escritura ☺

Sin más que añadir esperó que les guste y disfruten la lectura :D

Advertencias:

-Posibles faltas de ortografía y redacción.

- Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, solo la historia es de mi autoría.

-Contenido para mayores de 18 años, se considera discreción. 

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Juegos del destino

Minato Namikaze, un omega de treinta y seis años que actualmente ejerce como abogado a pesar de ser una profesión casi exclusiva para alfas, pero sus padres, una beta y un alfa habían sido unas personas en demasía reconocidas dentro del ramo, por ello a pesar de todos los obstáculos y dificultades, había alcanzado la cima y era respetado dentro del círculo y sobre todo el orgullo de sus progenitores.

Las personas más cercanas a él sabían que tenía un cachorro, un joven alfa de dieciséis años que responde al nombre Naruto Uzumaki, físicamente parecido a él, pero con una personalidad demasiado espontánea y traviesa, muy contraria a la suya, una persona tranquila, analítica y hasta cierto punto precavida.

Su pequeño tesoro lo es todo para sí y a pesar de que decían que lo consentía demasiado, su pequeño Naruto era el niño más bueno y noble que jamás pudo haber tenido y por ello estaba más que orgulloso de que fuera su hijo.

A pesar de su condición de omega jamás se sintió desplazado ni humillado, al contrario, fue eso mismo que le llevó a ser lo que es ahora, además de tener la complexión delgada y un tanto aniñada como casi todos los de su género, Minato era una persona que superaba la estatura promedio con su metro con setenta y cuatro centímetros, tenía un perfecto control de sus feromonas y su intelecto era superior, por lo que era la admiración y envidia de los demás.

— Estoy en casa — pronuncio una vez dentro de su residencia, quitándose los zapatos y dejando su maletín en el recibidor.

— Bienvenido a casa papá — con evidente alegría y energía, Naruto recibió a su padre con un fuerte abrazo.

Minato correspondió el gesto de su vástago, rodeando el torso del menor y hundiendo su rostro en el pecho de este, deleitándose con la fragancia que desprendía e impregnándose ligeramente con ese aroma.

— Me gusta tu fragancia — decía siempre el mayor con un rubor en sus mejillas, Minato odiaba cuando el instinto se apoderaba de él, ese que le dictaba impregnarse del aroma de su alfa para sentirse protegido.

— Eso es bueno, no quiero que otros alfas quieran aprovecharse de ti — decía como si nada el menor, sabiendo que siendo el único familiar de su papá, él tenía el deber de cuidar de su progenitor.

Juegos del Destino (NaruMina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora