Capitulo | 1|

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Todos estos días he trabajado con normalidad sin decir que he recibido algunos insultos o miradas de odio gracias al estúpido capricho de mi jefe, ya solo faltaban dos días para ir a ese famoso viaje de negocio todavía no me quedaba tan claro que es lo que tenía que hacer, pero pienso que alguien me explicara por qué si no es así estoy frita

—Señorita Anderson — mire a Ismael el ecargado y supervisor de nuestra planta

Estando ahí me dijo que pasará y tomará asiento pienso que el me dirá que tengo que hacer

— bueno voy a hacer breve —me observo mientras tecleaba algo en su computador —usted acompañara al señor Smith —asentí creo que el por fin me dirá —bueno lo único que hará es informarle de cada una de las reuniones que ira , hora , lugar y quienes asistirán asegúrate de que no se te pase ningún invitado por que si dejas sin decirle uno el señor Smith se enojara bastante ,listo puedes retirarte — asentí no muy convencida de la información sea de ayuda ya que no era la necesaria , frene mi paso al escuchar un espera

—mande —voltee en mis talones para mirar a Ismael — una cosa más, siempre hazle caso en todo —asentí algo confundida a que se refería no le tome importancia y salí de la empresa directo a casa estos días han sido agotadores y lo único que deseo es darme un relajante baño de burbujas, comer algo rico y dormir hasta el medio día

—hash ¡por fin llegue ya no aguanto estos estúpidos tacones — quite el último tacón y lo avente por ahí tome mi cabello en un moño y con una liga lo sujete, me estire para seguir caminando al cuarto, estando dentro me tire en la cama

Hecho un vistazo a mi casa ahora que veo no es tan grande cuento con lo necesario una sala con su cocina, un cuarto con lo necesario todos es espaciosos no es lujoso, pero es decente para vivir una buena vida desde que entre a trabajar a esa empresa tengo dinero para más cosas, pero lo que me importa ahora es prepararme para ese viaje

Tome mi celular el cual estaba vibrando, mire la pantalla era mi tía no dude en atender la llamada ha pasado mucho tiempo desde que hablamos

—Hola tía Mil —dije animada tras la bocina del celular

— Hola cariño, Hola Tía Sam— reí tras oír a carla la felicidad volvió a mi cuerpo en esos momentos creo que solo necesitaba un poco de motivación

— como han estado, carla ya va a la escuela —me tuve de nuevo en mi cama escuchando el ruido en la llamada gracias al altavoz

—no mucho ya sabes encargarme de carla llevarla a la escuela —se foro un pequeño silencio —y cuando nos visitaras desde que te fuiste la casa se siente sola y carla siempre se aburre — me sentí mal al escuchar aquello, pero era necesario

—no te preocupes tía voy a ir, pero ahorita tengo mucho trabajo y casi no me da tiempo, pero cuando me desocupe iré — me levante de la cama mirando en algún punto de la habitación sé que tal vez no podría sostener mi palabra, pero aria un esfuerzo

—Bueno me tengo que ir, luego hablamos te dejo descansar tal vez vienes de trabajar —negué tras lo dicho claro que nunca estaría ocupada con la mujer que me cuido y no me dejo de lado

—Claro que no, nunca estaría ocupadas para ustedes, pero creo que tu deberías descansar te oyes cansada — dije colocando mis zapatos para ir a la cocina por un vaso de agua

— Solo es el trabajo, bueno te dejos nos vemos luego adiós, Sam, adiós sami — reí por la voz casi inaudible y agitada de carla por estar jugando en el jardín con su vecinita

Oí el sonido de mi teléfono al colgar sirviendo de advertencia que no avía nadie en la línea así que decidí ir al cuarto a tomar un baño y luego cenar también tenía que arreglar algunas cosas para el viaje de negocios con mi jefe todo era tan abrumador así que preferí no pensar mas

Mi suerte y perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora