I
Había una vez una niña que gustaba de las viejas y nuevas películas de princesas, que soñaba con corceles más valientes incluso que un dragón, que deseaba haber nacido en un castillo rodeado de flores, con un columpio colgando de un árbol.
Está bien, ella ya no era tan niña, y además ya tenía su árbol y un columpio debajo de este, y todas las noches iba a que el viento la meciera los cabellos y le provocara cosquillas en la piel. Las estrellas le alumbraban como un millar de luces, como un mar de peces de colores nadando sobre su cabeza. Pero claro, no crean que me he olvidado del punto crucial en los cuentos de hadas, solo que lo que quería no era un príncipe. Lo que ella quería estaba bastante lejos de eso; Para su muy mala fortuna quería a la bruja.
La ciega bruja de cabello morado que se escondía bajo una perfecta sonrisa, los más bellos ojos cafés, y sobre todo tenía el más grande talento para siempre hacerla sentir como en casa.
-¡Baam! -Abre los ojos, subiendo las manos de inmediato porque la han tomado por sorpresa, pero se relaja cuando ve esa hermosa sonrisa burlándose de ella otra vez...- ¡Debiste ver tu cara! ¿En qué estabas pensado, Beth? ¿Roy, otra vez?
-Yo nunca he pensado en él. -Se defiende la castaña haciendo una mueca de disgusto.
Su "mejor amiga" la bruja de cabello purpura que tiene en frente, levanta una ceja y pone ambas manos sobre las caderas, lista para soltarse a carcajadas.
-¿Y qué me dices de esa pijamada en casa de Danie? ¡Empezaste a hablar en sueños pidiéndole a Roy un vaso de agua! Para tu buena suerte él también estaba ahí, así que como el buen caballero que es te trajo un vaso desde la cocina y...
-¡Vale, vale! ¡Ya entendí! -responde poniendo las manos frente a ella, como si quisiera cubrirse de toda la sarta de idioteces que la peli púrpura le está restregando como diciéndole "¡Mira, Beth, esto te hizo ver como todo un ejemplar de circo, quizá un Mono! ¡Hey, Mono!" ¡No!
-Sí, si, ye entendí. ¿está bien? Además ese día olvide tomarme las pastillas para dormir, y la verdad es que sí tenía sed...
-Ujum... ¿Y qué me dices de cuando te dieron ganas de ir al baño y no había papel? -La castaña ahogó un grito mientras esconde su cara roja de vergüenza tras el libro de "Hamlet" que tenía en las manos y se escurre bajo la mesa hasta hacerse chiquita chiquita, deseando que una ballena salga del libro y se la coma... Ojalá hubiera elegido leer Moby Dick.
-Shh basta, además a él ni siquiera le gusto, son inventos tuyos...
-¡Aja, claro! ¿Y cómo ese día que te invitó al cine y cuando le ibas a preguntar por la hora en la que pasaría por ti, te dijo "Bueno Beth, entonces ahí te veo" Y se fue bailando como todo buen galán? ¿Qué me dices de eso, he? Yo ya hasta soñaba con que tuvieras citas dobles con William y conmigo.
-¿Qué?
-¿Qué de qué? ¿William?
-No, él no... ¡¿Es que tú me quieres emparejar con ese?!
-Eh... bueno sí, hacía mucho que no te interesabas en alguien y...
-Oh, y ahora me haces de cupido.
-Puede... oh, ese será un buen disfraz para este año ¿Tu qué opinas?
-¡Que estás loca! - dice Elizabeth levantándose de la mesa de la biblioteca escolar, elevando tanto la vos que en seguida ya tienen a la bibliotecaria golpeando el piso con los zapatos mientras señala la puerta...
Elizabeth se ríe con nerviosismo.
-Eh, solo estamos...
-¡Practicando una obra!
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Con todos menos conmigo [Bi/Lesbian]
HumorUna enamorada deprimente, una lunática desequilibrada, 800 kilos de ex novios que resultan ser gays, y sobre todo, mucha muy mala suerte.