° chapter 3 °

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- ¿ Esto que es ? - Señalé los números que había al final

- Emmm... - lo siguiente lo susurro a tu oído - es mi número - Dijo la mesera y se fue rápidamente

- ¿ Que te dijo ? - Interrogó Joshua

- No importa, mejor vamos al cine - Les dije y rompí el folleto y lo tiré en el bote de la basura















Tania

- Después nos fuimos al cine, cuando pedimos las entradas ya eran las 2:30 pm, entonces, nos dijeron que a las 4:50 comenzaba la película que nosotros queríamos ver. Decidimos dejar todo apartado e ir a cuidado con el perro a comprar ropa. Joshua y Sonia también compraron poca ropa, yo a excepción de ellos, compre demasiada de esta. Salimos y ya eran las 3:30. Decidimos ir a un Starbucks y nos quedamos unos minutos ahí. Dieron las 4:00 y nos fuimos al cine, nos hicimos 10 minutos de camino a este, ya en el cine, compramos las palomitas etc... Esperamos un poco y entramos a la sala...

Al terminar la película

- Si vamos a un antro - Les pregúnte cuando ya salimos del cine...

- Me parece bien - Dijo Sonia y Joshua. Entonces nos dirigimos al antro, cabe destacar que eran las 7:30 cuando salimos del cine, esa película literalmente duro mucho.

En el antro

Tania

Llegamos al antro y había demasiado ambiente, lo mejor es que tenían la canción de Humo en la trampa,
Una canción que me gusta de alemán,
( Les recomiendo escuchar las canciones de aleman uwU)
Entonces, pedimos cerveza entre otras cosas, yo saque un cigarro, y empeze a fumar. Después un chico se me acercó y me ofreció un vaso de bebida de vodka,
Yo accedí a tomar de este y después de empezamos a drogarnos, cosa que me arrepentí de hacer... -















Vieron como más engañe :D

Sigamos con esta wea

- Quieres salir a tomar aire - Me dijo el chico que me ofrecio vodka, cuyo el nombre es Edwin.

- Claro - respondí con dificultad, ya que estaba muy drogada, y si se preguntan ¿ Que paso con Sonia y Joshua ?, Fácil, ellos se fueron a no se dónde, solo me dijeron que ya se iban u se fueron como si nada...

Salimos a la calle, después nos encontramos en un callejón completamente solo y obscuro.

- Bien chica, creo que ya es hora de esto - dijo y empezó a besarme, yo le seguí, estaba drogada, pero estoy conciente de lo que hago.
Edwin me empezó a besar el cuello, yo lo agarre de los hombros y lo patee en su entrepierna, lo que hizo que se alejara y callera al suelo quejándose del dolor, me acerque a él y le puse mi rodilla en el cuello, y lo empeze a mal decir, después dejo de respirar y yo presione más fuerte mi rodilla contra su cuello, tal que lo deje sin vida...

𝐿𝑎𝑠 𝐿𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎𝑠 𝑁𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑀𝑢𝑒𝑟𝑒𝑛; 𝙈𝙖𝙧𝙘𝙪𝙨 𝙇𝙤𝙥𝙚𝙯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora