Enfrentamiento atípico

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En el camino, de entre unos arbustos apareció a una serpiente que cambiaba de color como un camaleón.

-Oye pobre lobo, tengo hambre así que dame al niño y no te mataré- dijo la serpiente.
El lobo se rió hasta que se le aguaron los ojos, entonces la serpiente salto hacia él para atacarlo pero el lobo le escupió con una saliva especial y enseguida la serpiente se convirtió en piedra, cayó y se quedo fija como una estatua sobre la tierra, luego de esto el lobo continuó su camino como si nada hubiese pasado.


     Unos minutos después de caminar llegaron a una casa vieja y sucia hecha con tablas de madera agrietada, un par de ventanas y una entrada con media puerta, habían pequeños montones de pelaje de lobo esparcidos por todo el piso y una gran olla negra calentándose con el fuego de la leña que ardía bajo su base.

El lobo metió a Timmy dentro de la olla mientras que él gritaba y pedía ayuda teniendo la esperanza de que alguien bueno lo escuchara, para evitar mas alboroto el lobo le cerro la boca al niño con un trapo para que no gritara mas, luego buscó un cuchillo y tocó la punta para comprobar si tenía un filo adecuado.
-Podría estar mejor pero por los momentos este servirá- dijo el lobo con una sonrisa malvada en su rostro mientras se acercaba a la olla.

Timmy intentaba escaparse desesperadamente pero era en vano, y justo en ese momento apareció un extraño ser con forma de óvalo con algunas deformaciones, y estaba cubierto con un traje y una mascara de héroe.
-Saca al pequeño Luis de esa olla malvado lobo- dijo el óvalo enmascarado.
Timmy hizo gestos intentado decir algo pero sus ataduras lo impedían.
-Si tanto lo quieres ven por él, adefesio- dijo el lobo con agresión.
El óvalo enmascarado corrió para acercarse, entonces el lobo atacó con las garras pero falló, intentó de nuevo con un golpe pero el óvalo lo evadió, pero esta vez se preparo y le escupió con su saliva especial, el óvalo enmascarado se detuvo por unos segundos y luego reaccionó otra vez quitándose la mascara.
-Tu saliva no me petrifica ya que soy una piedra ovalada y deforme, soy inmune a tu poder- dijo la piedra desenmascarada con emoción y dispuesto a ser el próximo en atacar.
-¡No puede ser! las piedras no salvan personas- dijo el lobo sorprendido.
-Pues tal parece que esta si- respondió la piedra.
Y con un rápido movimiento la piedra sacó a Timmy de la olla y se puso en posición para atacar, y de alguna extraña forma la piedra se infló llenándose de aire para después soplar muy fuerte y así lanzar al lobo contra las paredes de la casa, destrozó casi todas las tablas de madera pero el lobo seguía ahí, así que la piedra se infló nuevamente y esta vez sopló y mando al lobo muy lejos para que no molestara a nadie más.

Finalmente la piedra levantó y soltó al niño de sus ataduras para que pudiera caminar.
-Ya estas a salvo pequeño Luis- dijo la piedra con alegría.
-Espera, yo no soy Luis, mi nombre es Timmy, trate de decírtelo- dijo el niño.
-Quieres decir que !¿arriesgue mi vida para salvar a la persona equivocada?! sabia que este no sería un buen trabajo, mañana renunciaré, adiós niño- dijo la piedra, decepcionado y un poco molesto.
-He.. gracias por salvarme señor piedra que habla- respondió Timmy.

Aperitivo en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora