Advertencia; Fic con un toque de lemon y un oOc (cosas que noralmente en el mundo de Tolkien no pasarian). Esta bajo su reponsabilidad el leer o no el siguiente escrito, si son verdaderos amantes de Tolkien no lo recomiendo, puesto que use su personajes para jugar un rato.
Como he dicho cada quien es responzable de lo que lee, yo solo informo antes de que alguien resulte ofendido.
Mil saludos.
Reunión de Reyes
Había pasado una semana del solsticio de invierno. En lo profundo del Lothlórien, en una muy lujosa casa se encontraban los elfos más nobles de la tierra media: Galadriel, Celeborn, Elrond, Thranduil, Elladan, Elrohir, Legolas y Glorfindel.
Cada año antes de que este culminara, los representantes de cada reino se reunían durante una semana para discutir diversos temas como: organización, comercio, traslado, economía, política, además de compartir información sobre lo que acontecía dentro y fuera de cada uno de sus países. La ubicación de la reunión siempre cambiaba de lugar y este año les toco a los señores de Lórien ser los anfitriones de tan importante concilio.
Normalmente solo asistían los cuatro reyes elfos, pero este año como ocasión especial dejaron que los príncipes de Rivendel y el Bosque Negro asistieran. Glorfindel iba más bien como capitán de la guardia real.
Alrededor de la casa solo habían doce guardias, la servidumbre eran únicamente ocho personas: tres cocineros, dos ayudantes de cocina y tres mucamas, todos de alta confianza.
Por su puesto que los señores de Lothlórien se lucieron con la morada, no era nada pequeña, era de dos pisos, en la terraza se alcanzaban a ver cómodos asientos para observar el oscuro cielo. En la parte baja se encontraba un salón muy bien iluminado por la luz de la estrellas, en el centro había un pequeño agujero para encender el fuego y a unos metros a su alrededor estaban unos sillones para que los presentes tomaran asiento y descansaran, en una de las orillas había una barra con diversas bebida alcohólicas y algunos bocadillos, en una de las esquinas estaba el comedor, tenía por techo puro cristal, unos pilares en espiral lo sostenía, no tenía paredes. En el segundo piso estaban todas las habitaciones, cada una con: un balcón personal donde recibían perfectamente la luz de la luna, baño propio con una tina grande y un pequeño armario donde colocar sus cosas. En la parte de afuera estaba un pequeño lago donde podían nadar a la perfección, unas hamacas colgadas de los árboles para descansar tranquilamente, un poco alejado de la casa entre la arboleda estaba la cocina y a lado las habitaciones de la servidumbre. En pocas palabras se podría decir que era la casa perfecta de retiro en lo profundo del bosque.
Habían llegado a este lugar a medio día. Durante la tarde discutieron todo lo que tenían que discutir; en realidad el concilio solo era un pretexto para que los nobles elfos tomaran unas merecidas vacaciones. Nunca les tomaba más de tres o cuatro horas discutir todo referente con los reinos. Ahora se tomarían el resto del tiempo para descansar.
El atardecer había llegado a su fin, los cocineros preparaban la cena. Dos horas después los invitados ya estaban listos para la cena; todos bajaron luciendo finas prendas: Elrond vestía de azul, los gemelos de plata, Thranduil de dorado, Legolas de blanco al igual que los señores de Lorién
La comida fue suculenta y demasiado variada. Al terminar con los platillos pidieron a la servidumbre que se retirara a descansar. Todos acataron rápidamente las órdenes de sus señores. Todos estaban muy cómodamente sentados en los respectivos sillones alrededor de la fogata bebiendo vino tinto; cuando escucharon que los elfos ya estaban lo suficiente lejos del lugar como para escucharlos. Los reyes cambiaron sus posiciones como rayo, mientras unos se despojaban de su calzado, otros sacaban más vino y ponían una botella vacía en el centro. Legolas, Elladan y Elrohir se les quedaron viendo sin parpadear. Parecían pequeños elfitos que hacían travesuras cuando nadie los veía.
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Reunión de Reyes
Short StoryEn lo profunde Lorién los elfos mas importantes se reúnen de Arda para discutir los problemas que los aquejan. Solo unos cuantos conocen de lo que se habla en el concilio, pero pocos sirvientes lo atestiguan. ¿Pero eso será todo? ¿En realidad todo...