Ace acaba de ser secuestrado por los piratas Barbablanca, pero ¿quién es el perro que lo está siguiendo? y ¿por qué está entrenado para dueños con enfermedades graves? ¿Por qué Ace lo tenía, y porque le era tan leal?
Había muchas preguntas, y las re...
"¡¿Quién fue el mocoso que me desafió?!" su voz sonó a través del claro desde su posición en el mascarón de proa de su poderoso barco. Sus enemigos le temían, sus aliados lo alaban, los océanos se agrietaban a su paso. Era el hombre más fuerte del mundo, Edward Newgate, también conocido como Barbablanca.
Ahora, si bien esto es lo que había estado esperando, ahora mismo no lo estaba deseado. Quería desafiar a Barbablanca, pero ¿hacerlo después de luchar con un Shichibukai? Bueno, no quiere hacer eso exactamente. Todo le duele y solo quiere dormir. Puede pelear con Barbablanca más tarde.
Con eso, el hombre pecoso se relajó en el suelo, tratando de fingir que era solo otra capa de tierra. Así, los piratas de Barbablanca, solo lo pasarían por alto. Se encargaría de ellos más tarde, por ahora, tenía una cita con la oscuridad. No iba a pelear.
Después de eso, comida. Montones. Toda una galería llena de comida. Todo un buffet para él solo. Carnes, verduras, frutas, pescado, comida. Todo tipo de plato que se le ocurriera. Eso quería.
Dormir. Comida. Entonces pelaría con Barbablanca.
Ellos lo entenderán.
"¡Ahh, Capitán! ¡Fuera de ahí!" Deuce llamó al hombre pecoso.
O no.
Miró hacia arriba para ver a su primer oficial corriendo hacia él, con la espada levantada para atacar al hombre más fuerte del mundo. Bueno, él no podía permitir eso. Barbablanca los mataría. El adolescente pecoso rápidamente se puso de pie, poniéndose entre los dos.
"¡Muro de fuego!" gritó levantando un muro defensivo entre él y el resto de su tripulación. Miró al hombre más fuerte del mundo, era realmente alto "Yo soy el que te desafió. Deja a mi equipo fuera de esto" Levantó los puños para luchar.
Un destello paso por los ojos de Barbablanca, y una sonrisa se formó en su rostro "¡Eres cien años más joven para desafiarme, mocoso!" su voz sonó por encima del fuego.
"¡Me importa una mierda!" Ace corrió hacia adelante con un grito, su brazo estaba en llamas, se echó hacia atrás para golpear, "¡Puño de fuego!" gritó, y una columna de fuego siguió su orden. Girando y volviéndose hacia Barbablanca, apuntando a su cabeza. El pirata mayor ni siquiera lo esquivó. Barbablanca levantó su bisento y ....
Eliminó toda la llama, la apagó como si fuera solo una vela. Dio un salto hacia adelante, dándole un puñetazo sólido al joven. Cayó al suelo como un saco de patatas.
El cuerpo de Ace le decía que se quedara quieto y lo dejara recuperarse después de la golpiza. Luchó por levantarse, las extremidades ardiendo por la acción, el pecho agitado. Una oscuridad familiar se asomó a lo más recóndito de su mente, atrayéndolo. Su narcolepsia se lo llevó antes que cualquier otra cosa.
Cayó inerte cuando la tripulación más numerosa vino a revisar sus heridas y llevarlo a la enfermería.
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