¿Talento, o esfuerzo? ¿Qué es más importante?
Qué dilema.
Hace unos meses su respuesta hubiera sido obvia: esfuerzo. Claro que el esfuerzo. Toda su vida le han enseñado que si se esfuerza lo suficiente llegará a donde quiera.
¿Talento o esfuerzo?
"El talento llega a un punto," eran siempre las palabras de su madre. "De ahí para adelante solo queda el trabajo duro."
Así que eso hizo.
Trabajó, trabajó y trabajó. Entrenó hasta que los pies le quemaban y los músculos de sus piernas amenazaban con desgarrarse. Patinó hasta hartarse, dispuesto a pasar horas y horas en el parque con el único propósito de aprender un truco nuevo cada vez.
Se esforzó.
¿Por qué no lo haría? Reki amaba patinar. Mierda, como amaba patinar. Así que no importaban las burlas de la gente cada que se iba de bruces aprendiendo a saltar con el skate, ni lo brutales que eran los otros skaters con sus críticas, o lo patético que se sentía cada que no le salía un truco que llevaba practicando por días. No dejaría que nada de eso lo derrumbara.
¿Talento o esfuerzo?
"Talento," se repitió el día que obtuvo un pase a 'S' por primera vez, dejando que su felicidad se desbordara por doquier mientras saltaba por el local, abrazando a su jefe hasta casi asfixiarlo de pura emoción. Porque valió la pena. Todo el sufrimiento valió la pena.
¿Talento o esfuerzo?
Talento, quiso convencerse, aunque su respuesta flaqueó cuando conoció a Langa. ¿Cómo es que este chico nunca ha montado skate antes? ¡Era tan bueno! Su pasión fue más grande que él, y la idea de tener un amigo con quien patinar lo tenía por las nubes. Daba igual lo talentoso que era, el talento llega hasta cierto punto, y tarde o temprano el trabajo duro lo alcanza. Reki estaba convencido, así que ¿Qué más daba? Siempre podría hacerle frente mientras siguiera esforzándose.
¿Talento o esfuerzo?
La línea empezaba a hacerse más y más borrosa. ¿Cómo era Langa tan bueno? ¿Por qué? Pero daba igual, debería estar feliz. Debería ser un buen amigo y apoyarlo a seguir lo que le gustaba. No importaba que la envidia se lo empezara a tragar vivo, debía esconder esos sentimientos repulsivos. "¿Por qué eres tan egoísta? ¿Mucho te cuesta estar feliz por tu amigo?" Lo mejor era callar. Morderse la lengua, sonreír y callar, a pesar de que el sabor a sangre inunde su boca y el líquido rojo amenace con ahogarlo, sigue mordiendo, sigue sonriendo, sigue esforzándote.
¿Talento o esfuerzo?
Ya no sabía qué pensar. Sus piernas marcadas con rasguños involuntarios, todos consecuencia de su propia frustración cada que alguien soltaba un comentario, cada que algo no le salía, cada que Langa podía hacer algo que él no. Pero solo eran rasguños ligeros: sabía cuándo detenerse. A pesar de que quisiera clavar las uñas en la carne fresca y desgarrar la piel hasta que sangrara, a pesar de ser merecedor de tal dolor por no dar lo suficiente, sabía cuando parar. Sabía no mostrarlo también. ¿Por qué alguien querría ver una parte tan repugnante de sí mismo?
¿Talento o esfuerzo?
¿Importaba? Estaba tan agotado que no quería pensar. Tal vez intentar alcanzar esa estúpida estrella en lo alto del puente fue mala idea. O tal vez fue porque se quedó intentándolo una tras otra vez, decidido a hacerlo porque "si Langa pudo yo también", sin darse tiempo de respirar hasta que sus pulmones cedieron y sus piernas no quisieron responderle, hasta que los moretones en su cuerpo empezaron a hincharse y las raspaduras en sus codos y rodillas le ardieron como si los hubiera metido al fuego. ¿Lo peor? Esa estúpida estrella que nunca logró tocar seguía ahí arriba, pareciendo tan lejana, cómo burlándose de él y de lo patético que era.
¿Fue porque no se esforzó lo suficiente? ¿Fue porque debió entrenar más? Pero Langa lo hizo ver tan fácil...
Ni siquiera hizo el intento de secar sus lágrimas cuando empezaron a derramarse, solo las dejó salir, aún tendido en el pavimento a pesar de que era frío e incómodo y sucio, sintiéndose mil veces más inútil por llorar por algo como esto
Ja, además de un bueno para nada era un llorón. Con razón no podía ni alcanzar esa tonta estrella.
Pero él lo intentó más que Langa.
Mierda, era tan injusto. Él lo intentó mucho más. Se esforzó hasta que cada parte de sí mismo se quebró en pedazos, aguantó las ganas de agonizar por el dolor y recogió cada uno de los trozos rotos para ponerlos en su sitio con el único propósito de intentar otra vez.
¿Acaso no fue suficiente?
O tal vez no se esforzó tanto como él pensaba. Tal vez pudo haber dado más. Si, eso era. Debió haber dado más. Debe dar más. Aún no es suficiente. Solo un poco más. Solo tiene que...
¿Qué puede hacer? ¿Qué tiene que hacer para que sea suficiente?
Por favor, que alguien se lo diga. Por favor.
Hará lo que sea. No importa qué, solo... solo un poco más.
¿Cómo puede alguien como él...?
"Oh."
Y al fin se dió cuenta del porqué.
¿Talento, o...?
O...
...
Daba igual. Alguien como él nunca llegaría a la cima. La gente como él tenía lo que Langa no: un techo. Un punto de quiebre en el que no importa que hagas, no mejoraras. Un hoyo que se traga todos tus esfuerzos junto contigo y ya no te deja escapar.
Alguien como él nunca haría lo suficiente.
Alguien como él nunca sería suficiente.
Buenass, volví de entre los muertos. Yo como raro actualizando en la madrugada, pero en fin. ¿Me extrañaron? No actualizo este libro desde hace como dos años, y la verdad cuando lo leía me dió tanto cringe que supe que tenía que volver a escribirlo desde cero.
¿Qué les pareció el prólogo? ¿Les gustaba más el original o prefieren este?
Los leo en los comentarios
𝕬𝖙𝖙፡ 𝕴𝖟𝖆𝖆𝖗𝖈
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𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐨𝐥𝐞
Fanfiction¿Superado por su mejor amigo? ¡Listo! ¿Sentimiento de inferioridad constante? ¡Ya está! ¿Odio y resentimiento hacia lo que alguna vez amó? ¡Cuenta con ello! Oh, pero algo falta. Un último empujoncito para que la vida de Reki Kyan sea realmente miser...