·°• Eremin Book •°·

nervous

AU BadBoy×SoftBoy.

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¿Cómo había llegado a esa situación?

Aquel castaño ojiverde de un metro ochenta y tres de altura lo estaba acorralando contra la pared y, teniendo en cuenta que el solía meterse con la gran mayoría de las personas para golpearles por el simple hecho de chocarse con el o renegarle algo que haya dicho y que logre hacerlo enojar y así. El tipo solo le tenía respeto a los profesores y altos cargos del secundario.

Y al de limpieza que una vez le dió un coscorron que lo dejó agonizando en el suelo.

Armin simplemente no había hecho nada. Solo iba juntando sus cosas para ya irse a su casa y cuando finalmente había guardado todo, el más alto estaba esperándolo en la puerta del salón.
No había nadie más que ellos dos cuando se miraron. Armin le regalón una sonrisa temblorosa y pasó por al lado suyo cabizbajo.

- Hasta mañana, Eren. - Dijo algo temeroso.

Salió por la puerta y aceleró el paso por los pasillos del instituto hasta llegar al casillero número 195. El suyo.
Los pasillos se hayan vacíos y sin estudiantes a caminando por allí. Solo el y el bestia de Jaeger.
Llegó a su casillero y quitó la clave. Puso sus libros y lo que no necesitaba ahí dentro para dar fin y cerrar de una vez por todos y marcharse de allí.

- Arlert...- dijo alguien a sus espaldas mientras se hallaba poniendo la contraseña. Dos brazos se colocaron a los al rededores de el, apoyándose en los casilleros que quedaban frente a sus ojos.

Y así se vuelve al principio.

El rubio no sabía en qué momento se había dado cuenta, pero...

Joder. Su seño se hallaba levemente fruncido y sus ojos verdes brillaban con algo extraño en ellos.

¿Se había enterado?

¿Iría a golpearle?

¿Le golpearían a alguien si se enteraran de que le gustan?

Tenía por su integridad física y su salud mental.

Eren Jaeger le gustaba de alguna forma, tal vez porque en su momento el joven castaño había Sido amable con el y su padre era quien firmaba sus recetas para medicamentos cuando había estado enfermo.

¿Se habría enterado?
Eren se había quedado mirándolo fijo, conjelado aún con ese seño fruncido que asustaba un poco a Armin. El rubio solo le mantuvo la mirada al más alto de manera nerviosa, al mismo tiempo esquivando de a segunditos. No sabía si él se encontraba enojado, pensativo o confundido, indignado... Incluso había morado hacia sus mangas arremangadas por encima de los codos

- Yo... Uh-. - dijo el rubio con un temblor en la voz que hizo que soltará un gallo. - Eren, ¿Pasa algo? - por su expresión a continuación, eren cayó en cuenta de que esté se había quedado como en un shock y que se había olvidado de responder.

- No, nada. Yo... - Armin notó como su rostro cambio de un momento a otro. Ahora había pasado de conflictivo a nervioso. Se alejó del más bajo con lentitud, dándose cuenta de qué había hecho. Acto seguido, su mano se elevó a rascar su nuca; chasqueó la lengua y se mordió los dientes. - Te iba a preguntar si... Yo podría... - Eren no le miró a los ojos mientras hablaba. - Si podría acompañarte a tu casa. -

Miro confundido al chico que estaba frente a el. No lo reconocía en lo absoluto. Había pasado de ser tormentoso a ser nervioso.

¿A qué venía todo aquello?

Será que...

- Claro. - dijo con una sonrisa calma, para después sonreír con aún más brillo.