SUKUFUSHI Two Shot

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Se caracterizaba por ser una persona de alta paciencia y tranquilidad para cualquier tipo de situaciones; a comparación de sus compañeros, Fushiguro Megumi resaltaba más por ser un chico paciente y de personalidad tranquila; o bueno, eso era lo que muchos pensaban. Sólo una persona podía alardear de poder conocer su verdadera personalidad y esa misma persona era la única capaz de llevar al límite su paciencia.

- Ya basta, Sukuna... –Mencionó el pelinegro llamando la atención de su actual pareja.

- Sabes que no me voy a rendir fácilmente, Fushiguro Megumi –Contestó de una manera burlona el mayor– Voy a estar así hasta que digas que sí a mi petición.

El pelinegro soltó un gran suspiro despegando la mirada de su tarea, para poder mirar directamente a los ojos a aquel chico de cabellos rosas; el cual tenía una gran similitud con su mejor amigo, lo cual era de esperarse ya que ambos eran gemelos, pero aun así, podrías diferenciar a ambos sin ningún problema, porque la realidad era que, eran el contrario del otro.

Ambos se quedaron viendo por un par de segundos. Fushiguro mantenía una expresión seria en su rostro, sin mostrar ningún tipo de emoción en ésta. Por otro lado, Sukuna tenía una media sonrisa en su rostro, conocía a la perfección a su novio, más que a su propio hermano. Podía apostar por ello. Sabía que el menor aceptaría su propuesta. Para el mundo, Megumi podría ser una persona ejemplar, digna de admirar, y no lo negaba, realmente su novio lo era, pero sólo él conocía algo muy peculiar de su novio y sólo él sabía cómo saciarlo.

- Ya te dije que no –Habló Megumi.– Es algo realmente absurdo y tonto... –Continuó.

Sukuna lanzó una sonora carcajada, lo cual provocó que Megumi frunciera levemente el ceño.

– Ok, no negaré que realmente lo es... –Afirmó Sukuna con una gran sonrisa y levantando levemente las manos- Pero... -Mencionó mientras volvía a mirar al menor. Su mirada parecía la de un felino viendo a su presa.- También es una situación un tanto excitante –Mencionó el pelirosa mientras se ponía de pie y caminaba lentamente al otro lado de la mesa en la que se encontraban "haciendo su tarea", mientras que el contrario solo se limitaba a seguir sus acciones con la mirada.- Sólo piénsalo, Fushiguro. –Mencionó mientras se colocaba detrás de la silla de su novio.- Estar en una situación como esa..., en donde la adrenalina de ser descubiertos es demasiado alta. –susurró en el oído contrario-

Definitivamente aquel idiota lo conocía demasiado bien. Realmente no pensaba que fuera una mala idea; incluso podría decir que él también pensó en algún momento proponérsela desde que Gojo-Sensei e Itadori les contaron aquella travesura -que para gusto de los cuatro, era algo muy excitante- pero en ningún momento se permitiría admitirlo frente a Sukuna.

El peliazul soltó un gran suspiro para luego voltear a ver a su novio – Está bien... -Contestó.- Hagamos una apuesta....

El pelirosa le miró extrañado, ladeó la cabeza mientras alzaba la ceja.- ¿Eh? -Dijo mientras miraba como su novio se ponía de pie y se recargaba sobre la mesa para después mirarle a los ojos.

- ¿Qué? –Respondió burlón el peliazul mientras una sonrisa en media luna se formaba en su rostro.- ¿El chico malo de la escuela teme perder una apuesta? –Dijo con una voz retadora y un poco sensual para el gusto de Sukuna.

El contrario sonrió ampliamente, dando un paso al frente quedado a pocos centímetros de la cara de Megumi. Ambos no despegaron por ningún momento la mirada del otro. Si en ese momento alguien entraba y miraba aquella escena sin dudar podría notar la gran tensión sexual que derrochaban esos dos. Sukuna amaba de sobre manera ese lado desafiador de Megumi; sabía que de igual manera el otro lo disfrutaba. Ambos eran un caso perdido, y por ese mismo motivo, deseaban tanto al otro.