¿Qué mujer no quisiera o se ha imaginado una declaración de amor bajo la lluvia? Cualquiera lo ha imaginado y ha logrado creerlo demasiado cursi, pero sería interesante de verlo y vivirlo. Ver al hombre de tu vida, a ese que te tiene enajenada y cre...
Hola, quiero disculparme por las demoras, pero aquí está el segundo capítulo, en un principio iba a ser este último capítulo pero decidí hacer una segunda parte del capítulo. Ese llevará el mismo nombre y después será el final de Sakura.
Gracias por votar y leer, les agradezco mucho!!
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Estaciones.
El otoño había llegado, lo pudo notar como una estación donde las hojas secas se iban con el viento junto con los pedazos de su corazón. Aunque podía notar a los demás disfrutar de aquella estación, él no era feliz, no podía evitar sentir celos de los demás; ellos tenían la compañía de alguien más, podían tomar la mano de ese alguien que le sonreía tan cálida y sinceramente, lleno de amor dado por aquella joven que lo acompañaban, por aquél hombre que las hacía sentir seguras, protegidas y amadas.
El frío del invierno estaba por llegar, después del otoño y se sentía tan deprimente. A pesar de ser una de las mejores estaciones del año, le parecía una estación llena de lágrimas frías y que no cesarían jamás. Con su frío y mortal viento calando hasta los hueso, hasta el corazón; como si quisiera deshacerse de él.
Estas estaciones habían llegado a él con los recuerdos de una relación que pensó ser la mejor y con el rompimiento de su ser, Hinata Hyuga. Aquella chica de ojos perlas, cabello hermoso y una dulce y tímida personalidad. O eso aparentaba...
Su relación con ellahabía sido repentina, como un flechazo. Una relación que no sabía describir con exactitud.
Hinata había entrado a su vida como un supuesto rayo de luz. La primera vez que la vio no pudo evitar quedar embobado, le parecía la mujer más hermosa de todo el mundo. Ella había llegado justo en otoño, junto con sus hojas ya muertas cayendo.
—Ho... Hola.— La recordó hablar tímidamente, cuando se acercó a él por vez primera, estaba en su mismo camino, ella al parecer se dirigía al lado contrario que él, quien iba de camino a casa.- ¿Puedes ayudarme y decirme donde queda esta dirección.? - Al ser ella nueva en el vecindario, aun no se adaptaba a él.
Él la había mirado por primera vez, cautivado con su presencia, parecía un ángel lleno de luz y tranquilidad, sus ojos perlas y su cabello lacio de un color negro azul, parecían combinar bien con ella, y sus atributos la hacían ver inalcanzable e irremplazable. Había quedado como un idiota ante tal chica, pero ¿Cómo no evitarlo? era una perfecta belleza. Recuperó el habla y decidido a ayudarla, comenzó a responderle, no quería quedar como un tonto.
—Es en el centro, no es tan lejos.— Miró la dirección que estaba en la pequeña hoja que ella tenía.—Si... Gustas, puedo acompañarte.—
—Muchas gracias, sería bueno eso.— Ella sonrió y él gritó internamente.
—¿Eres nueva aquí?—Luego de desviar su camino. para ir con aquella chica, comenzó a conversar con ella, quizá así sabría un poco más de ella y, quizá, podría tener una oportunidad.