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(Nota de la autora:En este capítulo María será la que narre)

-Destapenla-Escuche una voz familiar y supuse de quién era

Un hombre me quitó el saco que tenía puesto,cuando me lo quitaron note que estaba atada de las manos en una especie de barandal,cuando levante  la mirada vi a Ramón y a Benjamín Arellano parados frente a mi

–Bienvenida señorita–Dijo Ramón

–Lamentamos no haber limpiado el lugar para su visita–Benjamín le siguió el juego

–¿Que es lo que ustedes dos quieren?–

–Pensamos que ya lo sabías–

–No entiendo porque personas como ustedes necesitan a una agente como yo–

–Bueno porque usted es más valiosa,más vulnerable–

–¿Qué es lo que quieren saber?–

–Queremos llegar a un trato–Ramón tomo una silla y la acercó hacia donde estaba yo para poder sentarse y hablar

–¿Un trato?–

–Queremos inmunidad señorita, protección y también saber algunos nombres–Dijo Benjamín sin moverse de dónde estaba

–Ustedes ya tienen demasiada protección para necesitar más ¿No creen?–

–Sabe a lo que nos referimos señorita,queremos que nos dejen de buscar,que nos quieran atrapar–

–Y si hacemos es ¿Que tendremos nosotros?–Dije dudosa

–Bueno pues podemos darle información de dónde se encuentra Joaquín–Benjamín se acercó y se paró detrás de Ramón

–Aún que es buena su oferta no necesito el apoyo de ratas como ustedes–

Ramón se paró y me tomo de la barbilla para que lo vea a los ojos

–Ten cuidado con lo que dices, así como te pudimos encontrar,encontraremos a otros–

–¿Y entonces se rebajaran a asesinos?–Solté una pequeña risa

–Nosotros no,pero otros si–

Benjamín salió de la habitación,luego Ramón se levantó de la silla de dónde estaba se acercó a mí y me tomo de las manos

–Tu sabrás cómo quieres salir de aquí–

Con una navaja que tenía cortó la cuerda que tenía en las manos y salió de la habitación,de el otro lado pude escuchar como aseguraron la puerta.
Me puse a revisar toda la habitación pero no había salida,las ventanas estaban selladas con maderas,la única puerta era por dónde habían entrado los Arellano y el pequeño foco que había en el lugar era de escasa Luz

...

Supongo que ya habían algunas horas porque por los pequeños agujeros que había entre las maderas pude ver algunos rayos de sol que entraban a la habitación, mientras intentaba asomar por la ventana escuche como la puerta se abría y cuando me gire y a un hombre, supongo que era uno de los que trabajan con los Arellano,con un plato de lo que parecía un intento de comida

–El patrón dijo que te dejará esto–El hombre asentó la comida en una mesa que había en la misma habitación

–Que generoso de su parte–Dije sarcástica

–Señorita,yo le aconsejo que coopere con esto,será más fácil para usted–

–Tienes que escucharlo María–Ramón había entrado también a la habitación con otro hombre

Ramón chasqueo los dedos y aquel hombre que estaba con el se acercó a mí y me tomo de las manos para volver a atarme y dejarme parada con las manos colgadas a un tubo

–Por favor ¿Tanto miedo me tienes?–

–Simplemente no conozco tus trucos baratos–Ramón volvió a tomar la silla y a sentarse cerca de mí–¿Ahora hablaras?–

–No tengo porque–

–Bueno si lo quieres de ese modo–Ramón hizo una seña

El hombre se acercó a mí y me tiró un golpe directo a la cara provocando que salga sangre de mi nariz, Ramón se levantó y de el bolsillo de su camisa saco un pañuelo y limpio la sangre que salía de mi nariz

–¿Ya vas a cooperar con esto?–

Vi a Ramón a los ojos y solo escupí un poco de sangre que estaba en mi boca

–¿Eso es un no?–

–¿Te parece un si?–Le dije mirándolo a los ojos

–Enseñale un poco más–Dijo Ramón mientras encendía un cigarro frente a mi

El hombre se volvió a acercar a mi pero esta vez empezó a golpearme en mi estómago,el dolor era inevitable pero no iba a hablar tan fácil, perdí la cuenta pero tal vez fueron 7 u 8 golpes los que recibí.

–Ya te puedes ir–Dijo Ramón

El hombre salió en completo silencio de la habitación y Ramón se acercó a mí

–No lo hagas difícil muñeca–

Ramón se acercó más a mí y coloco su mano en mi mejilla pero yo inmediatamente me intente quitar mi cara

–Bueno tengo otros asuntos–Mirando su reloj–Creo que deberías estar así por un rato–

Ramón sonrió en mi cara y se fue dejándome atada y sola en aquella habitación

...

"Vienen a Verme"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora