Braille...

puedo escuchar tu latido ¿tienes miedo?

"hoy no dieron nada nuevo ¿quieres que te de los apuntes?" ken se giro hacia daien que juntaba sus cosas de la clase. 

"nos tiene con el mismo tema  desde hace una semana ¿Qué intenta buscar?" se levanto sin problema y a su ves kenn hizo lo mismo para poder dejar a su amigo caminar "cuidado" 

segundos después que que daien lo advirtiera, ken choco con alguien justo cuando dio un paso a tras golpeando así a la joven detrás suyo que, en un intento de rodearlo, termino con un torpe golpe en su cien "oh lo siento" ken se giro y sonrió en grande al notar a la pequeña kenna sobar su cien por el golpe "ey kenna" 

"si...yo" corrió su cabello hacia atrás llamando la atención de ken que se sorprendió por lo que veía. 

Su cuello largo y elegante era híbrido por una grande e incomoda cuerina muy conosida para aquellos de grandes jerarquias

kenna lo noto enseguida y volvió a taparse escapando de la mirada sorprendida del mas alto.

"¿que sucedió?" pregunto daien mientras acomodaba su gorro tan negro como su cabello. 

"kenna tiene un collar anti olor"  su mirada vacilante recorrió el camino desde ken hasta la puerta como si olfateara el aroma de la nueva "planeas algo daien?" enseguida en nombrado se detuvo cuando lo volvió a escuchar, como si el mundo retumbara y aquello chocara con su piel dejándolo inmovil cuando el sonido era continuo como un tambor

"no...es solo que escucho sus latidos" levanto sus hombros sin interés intentando sacar esa incomodidad en su interior mientras comenzó a salir del aula sin interés en lo que había pasado. 

y aunque las dudas eran presentes no podía simplemente pedirle a ken que lo acompañe hacia donde esta ella, era una tontería en si, ni siquiera sabe por ella misma como se llama y ni el se presento así que era una tontería preocuparse por una desconocida 

"¿daien?" el nombrado se giro y espero por una respuesta "¿me acompañas a la jardinería? necesito ayuda" solo por esa voz, como si fuera su píldora de estrés que fue activado como un boton, se giro e ignorando a la dichosa, melodiosa y asquerosa voz siguió su camino.

"pídele a kenneth yo no sirvo para eso" lo dijo lo suficientemente fuerte como para que ella lo escuche y sin mas comenzó a bajar las escaleras mientras manoteaba, en pequeños golpes, la barandilla de metal con su anillo en mano diestra "jardinera" bufo en broma terminando de bajar las escaleras y dirigirse a la salida.

"daien" esa voz, ya muy conocida por sus tímpanos enterneció al joven que caminaba directo a la salida donde reconocía a la persona que cuidaba de el "¿te perdiste algo de la clase hoy?" el menor negó con una pequeña sonrisa.

"volvamos a casa" ella asintió sin opinar nada mas y comenzó su camino hacia el auto, como siempre en el mismo lugar, en la misma posición y ángulo perfecto para que su hijo pueda subirse aunque este simplemente se dejaba guiar por el aroma que el auto de su madre tenia impregnado dentro "deja de tomar café en las mañanas, te pueden hacer daño"

"es el néctar de tu madre pequeño diablillo" daien sonrió y comenzó a negar mientras su madre encendía el auto y salían del colegio por la puerta trasera donde por inercia olfateo un poco de un dulcificante aroma mesclado con una de sus compañeras, aquella que lo había retenido en el pasillo "pensé que hablaba con un espejo" daien levanto la vista y miro a su madre "acabo de ver a las nuevas gemelas, me dijeron que eran iguales pero no pensé que tanto" 

"¿kenna y nasha? ¿son tan iguales?" se escucho su madre reír y el solo se acurruco en si mismo 

"de mi opinión, la niña que vi en la biblioteca es mucho mas linda que nasha" levanto la vista disimulada hacia su progenitora que solo la escucho reír "nisha es muy coqueta pero kenna ...parece como si su hermosura venga desde su interior y florezcan en momentos perfectos como cuando se sonroja" 

"otra ves leyendo novelas románticas" susurro siendo escuchado por su madre que le golpeo suavemente el hombro 

"pensé que mama nos anotaría en diferente curso" kenna levanto la vista al cielo en una silenciosa plegaria para que su hermana se callara de una ves. 

desde que salieron de la escuela no dejaba de quejarse sobre un tema que ambas pensaban lo mismo pero retenían de diferente manera, era desesperante y las ganas de responderle eran de un punto relativamente alta 

"no cambiara nada que estemos en diferente curso ahora" le regañe levemente mirándole a la cara "todos saben quien soy y que somos hermanas, mas que eso ¡gemelas!" suspire pesadamente, en un intento de tranquilizar mi ira "lo bueno de todo esto es que todavía nadie sabe quien eres"

"le diré a mama que nos cambie de curso ¡¡no voy a soportarlo!!" su ultimátum, sus ultimas plegarias que mas seguro serán cumplidas por su madre, la única persona, sin contar a los chicos del colegio, que le hacen caso como si reina fuese 

no es que tenga un odio sobrepasado por mi hermana, siempre las relaciones son así, un odio reciproco pero cuando el momento llega se abrirán las manos para consolar y ayudar

o ese es mi sabia opinión al respecto 

mi hermana, solo disfruta su juventud, en cambio yo, solo me concentro en un buen futuro, soy la pequeña nerd de la casa sin contar a mi padre

una persona muy ocupada pero con el corazón de oro, uno que debe aprender a pulir diariamente 

"llegue a casa" ambas entramos al mismo tiempo y como siempre, nisha comenzó a correr y hacer su teatro en la cocina donde estaba nuestra madre preparando la merienda, mis dudas estaban en una creciente presión por notar esos sacos de animal print colgados elegantemente en el perchero y cuando los gritos de felicidad de mi hermana invadieron mis oídos opte por seguir las escaleras a mi cuarto 

sabia que las hermanas de mi madre no eran bien común como decía mi padre pero lo mejor que puedo hacer por ellos es fingir una sonrisa, dejar mis cosas en mi cuarto y volver a la cocina donde estaban dos afinadas mujeres que abrazaban recelosamente a nisha como si fuera el ser mas preciado 

"llegue a casa mama" di presencia en la cocina pero nadie fue capas de voltearse así que me senté con un mal sabor de boca por lo que pasaría a continuación 

"oh tía convence a mama de cambiar a kenna de mi curso" como la conocía. 

"¿como? las hermanas gemelas no deben de estar en un mismo curso, eso puede confundir a tus amigos con la soledad opacada de tu hermana" mis ojos se pusieron en blanco por inercia sin siquiera saber si una de mis tías me observaba de mala manera

"no rebolees los ojos así mi vida" su tono, tan falso como la voz de nisha en este momento 

"no deja de hacer tonterias en el colegio y solo atrasa a mis compañeros ¿no puede estar en otro curso?" las tías la abrazaron con fuerza para apapacharla falsamente y se volvieron hacia mi madre que tomaba su café tranquilamente mientras nos escuchaba 

las hermanas baker, gemelas como nosotras pero la diferencia es que ellas son como uña y tierra, son maldad pura, caprichosas y muy poderosas. Ambas omegas y con alfas poderosos que la tienen en la sima por ser perfectamente hermosas 

"kenna" me gire hacia mi madre y ella me observo detenidamente, como si calculara mis mas pequeños movimientos "¿tu quieres cambiar de curso?" lo recapacite un poco, talvez, lo mejor es que si, que cambie el curso donde todos veneran a mi hermana y no viva constantemente en sus sombras, pisando sus pisadas y ahogándome por rumores que se corren sin el consentimiento de nadie 

talvez, lo mejor es que si, que cambie de curso y le de el capricho a mi hermana, solo por esta ves 

No

"No me parece " mi madre asintió y siguió tomando su café para dejarme libre y salir de la cocina sin preámbulos 

no sentía que me arrepentía, pero algo en mi, pedía a gritos que no acepte tal compromiso como si no valiera nada, talvez por ello mis lagrimas salieron solas mientras subía las escaleras hacia mi cuarto, queriendo poder cerrar la puerta y soltar mi collar para liberarme de mi misma 

porque no quería ser la misma en la casa como en la escuela, quería simplemente poder respirar mi aroma dulce como ahora lo hacia al sentirse liberada, plena con sus instinto a flor de piel, tan relajada que no sentía sus lagrimas caer lentamente por el inconsciente