Hundida entre sus pensamientos

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- Buenos días Geli, ¿cómo estás?

- Hola Dra. Jazz buenos días, muy bien ¿y usted? ¿cómo va su mañana?

- Un poco atrasada, el día de hoy el tráfico fue de locos, y déjame decirte que eso es poco. Seguramente me está esperando el primer paciente del día de hoy y yo con los retrasos.

- Hee no, de hecho, llamo hace 25 minutos para cancelar su cita de hoy, para su fortuna supongo.

La doctora Jazz se dio un giro repentino.

- ¿cómo? ¿de verdad? Rayos... bueno si, supongo que es bueno debido a mi evidente retraso. Gracias Geli.

Contestó con una sonrisa a medias, justo antes de entrar al consultorio hace una pausa dudosa girando nuevamente su postura hacia Geli su asistente.

- Geli... ¿Tenemos muchos pendientes para este día?

- No precisamente Dra. ¿Necesita algo?

- No, era solo curiosidad para poder avanzar en algunos documentos que aún tengo pendientes, gracias querida.

Se despidió por un instante con una sonrisa que al principio parecía fingida.

Sin duda el consultorio de la Dra. Jazz era enorme y con todo lo que pudiera llegar a necesitar a la mano, no en vano le tomó sus años llegar hasta donde había llegado y tener el consultorio de sus sueños.

Legó su primera cita, la Srta. Gabrielle quien tenía unos 32 años aproximadamente y poco más de 6 meses yendo a terapia con la Dra. Jazz y realmente ponía su confianza en ella.

- Hola Gabrielle, ¿cómo has estado estos días?

- Hola Jazz... la verdad no lo sé.

- ¿A qué se debe? la sesión anterior mostraste una actitud completamente diferente a la que tienes hoy, ¿qué fue lo que ocurrió?

Tras unos minutos de completo silencio Gabrielle pudo expresar:

- De pronto siento que, todo lo que estoy haciendo aquí es en vano, cómo si solo sintiera un alivio por instantes y después vuelvo a la misma pocilga de dónde salí de un inicio... como si lo mío nunca tuviera remedio.

- ¿Por qué lo crees así? O bien... ¿Qué te hace creer eso?

- Han sido tantos años intentando cambiar y mejorar esta parte de mí, pero mis pensamientos aún son insuficientes para lograr el cambio que espero.

- No se trata de un cambio repentino Gabrielle, todo lleva su tiempo y un proceso en el cual ya estás.

intentando calmar la angustia de Gabrielle, la Dra. Jazz clavó su mirada fijamente en su paciente intentado llamarla al presente de dónde se estaba evadiendo en ese momento.

Gabrielle levantó la mirada hacia el techo como si ahí arriba estuviese la respuesta a todas sus dudas.

- No lo sé – Fue nuevamente su respuesta evasiva-. Ya no quiero estar aquí, tengo que irme.

- Una decisión como esta conlleva tiempo para poder tomarla, examina lo que sientes, lo que quieres, lo que fuiste alguna vez y lo que eres ahora, has un reencuentro de todo ello. No tires todo tu esfuerzo a la basura por un pensamiento que no puedes controlar ahora.

Espero verte la próxima semana con otra respuesta diferente a esta. Bonito día, Gabrielle.

Gabrielle quedó un tanto atónita con cuya respuesta por parte de la Dra. Jazz mirándola a ella y todo a su alrededor, sin más dio paso firme hasta perderse de vista.

La Dra. Jazz escribía cada detalle de sus importantes pacientes, detalles que no podían pasar desapercibido pues, curiosamente siempre volvían a pesar de soltar una que otra sutil amenaza de no volver a verla.

Llevar el control de cada uno de ellos significaba para la Dra. Jazz una especie de dominio de la cual jamás mostró si quiera la mínima intensión ante sus pacientes.

Hundida entre sus pensamientos Gabrielle pretende huir de los que le hacen daño intentando apropiarse de alguno que pueda darle el valor de no rendirse; después de tanto tiempo, Gabrielle por fin tomaba la punta del hilo que le ayudaría a desenredar poco a poco la bola de estambre que en su vida anudó.

Estos pensamientos le estaban haciendo una mala jugada, la cual no terminaría nada bien si decidiera echar todo por la borda. Pero Gabrielle en ese momento no podía pensar en otra cosa más que en su pasado el cual sentía tal vehemente.

Ante un poco de serenidad la Dra. Jazz enciende un cigarrillo mientras mira por la ventana del 6to piso de su consultorio, observando cada paso que recorre con temor Gabrielle, y con una mirada un tanto preponderante intentado atar cada una de las situaciones que van surgiendo en su día a día, algo bueno tiene que salir de ello o al menos sí para la Dra. Jazz... 

La terapeutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora