Dance with me in the dark [II] [drarry/harco]

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Nunca supo cómo comenzó, pero ahí estaban de nuevo.

En la mañana y parte de la tarde se la pasaban discutiendo, alzándose hechizos o mirándose mal.

Aunque esto último les costaba más. Hacían todo aquello más por costumbre que por odio real, incluso habían bajado la intensidad de los insultos y a la hora de lanzarse hechizos apuntaban mal a propósito.

Todo el colegio se había dado cuenta de ello.

Luego estaba la noche, donde se juntaban en la torre de astronomía o cerca del lago y bailaban casi en la oscuridad. A penas se veían la cara, pero eso no los detenía de reír y danzar con una sincronía impresionante.

Todo el colegio también fingía no verlos.

Todo empezó cuando una noche, ambos habían coincidido en la torre de astronomía.

Draco porque le gustaba estar fuera de la cama tarde y Harry porque al oir unos ruidos en particular húmedos venir de la cama de sus amigos y, al salir de su dormitorio, encontrar a Ron y Hermione intentando multiplicarse en uno de los sillones de su sala común, había huido despavorido hacia la torre de astronomía.

Ambos se encontraron en las escaleras, Draco enfocado en pasar su noche allí y Harry sin las mínimas ganas de volver a su torre, terminaron por pasar el rato juntos.

En un acuerdo tácito, habían pasado la primera media hora en silencio. Luego Harry se aburrió y comenzó a tararear una melodía recién inventada.

Draco sorprendido por lo bien que se escuchaba, pero decidido a no demostrarlo, le mandó a callar, iniciando una pequeña disputa que, de alguna forma, terminó en chistes y anécdotas.

Para el amanecer ambos descubrieron que la habían pasado bien y comenzaron a juntarse todas las noches. A veces en la torre y a veces en el lago.

Y un día mientras hablaban del baile que había organizado el director, decidieron practicar juntos. Quedando como una costumbre, aún después del baile, inventar cualquier cosa y bailarla.

“¡Potter, mi pie!”

“Ya, fue sin querer” rió “no chilles”

“No chillo, me dolió”

Harry asintió, aunque fué en vano. Estaba muy oscuro, tenían la costumbre de apagar o cubrir cualquier fuente de luz cuando bailaban, como una especie de reto. A ver quién bailaba mejor sin iluminación.

Draco siempre ganaba, claro.

“Suponía que para esta altura ya aprenderás a bailar sin pisarme ¿Sabes?”

“No exageres ¿Cuándo te he pisado antes de hoy?” preguntó Harry mientras tanteaba el aire en busca de la cara de Draco. Cuando la encontró apretó sus mejillas.

“¡Potter!” gritó “¡Suelta!”

De repente Harry se alejó de Draco y se perdió por completo en la oscuridad.

“¿Potter?” llamó “mira como me saltes encima otra vez, te golpearé” advirtió “cuando termine no servirás ni de alfombra”

Aguardó un momento.

“¡Potter!”

Pero Harry no respondió, porque la verdad era que todo había sido una ilusión, una cruel broma de su destruida mente.