CAPITULO II: El padre de la novia.

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¿Es ésta la pequeña niña que he criado? ¿Es éste el pequeño niño que una vez jugó? No recuerdo haber envejecido, ¿Cuándo lo hicieron ellos? ¿Cuándo ella se volvió tan bella?¿Cuándo él creció tan alto? ¿Acaso no fue ayer cuando eran pequeños?

(..)

Los años fluyen rápidamente. Las estaciones pasan una tras otra, cargadas de felicidad y lágrimas. Cargadas de felicidad y lágrimas.

"Sunrise, sunset". V canción del musical Fiddler on the roof (1970), Joseph Stein. Traducción libre.

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Capitulo II

" El padre de la novia"

Tom Dupain se consideraba un hombre bueno, amable. Quizá un poco serio, pero siempre comprensivo y amoroso. Él se consideraba tolerante. Cómo no serlo, si él mismo había sufrido la rudeza y la incomprensión de su propio padre cuando se casó con Sabine. Cómo no serlo si tenía la mejor hija del mundo. Cómo no serlo, si en su casa desbordaba amor.

Sí, Tom Dupain se sabía bueno y gentil, hasta que lo conoció a él.

Hasta el día en que Marinette lo presentó a él.

En que lo presentó como SU novio, por supuesto.

Unos celos enfermizos aunados a una rabia descomunal ofuscaron su razón en esos minutos. ¿Quién es él? ¿Le he visto antes? ¿Cómo dice que se llama? Estirado, arrogante, inexpresivo, taciturno, todos los adjetivos que él pensaba describían a la perfección a su próximo yerno, pasaron por su mente confundida.

Imposible, jamás, nunca. ¡Sobre mi cadáver!. Aturdido, ofuscado, totalmente perdido y sin razón, no se dio cuenta que había clavado su mirada asesina sobre el pobre muchacho enfrente suyo.

Y entonces, después de unos segundos, dejó de verlo a él para mirar a su hija, a su querida hija.

Y lo que vió, lo rompió por completo.

Marinette sujetaba a su novio fuertemente por el brazo, mientras que un rubor intenso se apoderaba de sus mejillas. No tartamudeó ni una sola vez, sino que pronunció cada palabra con ímpetu y ardor. Ella explicaba rápidamente los alcances de su compromiso, la eternidad de su amor, es una relación larga, le dijo, a distancia, agregó, y ha sobrevivido a todo, continuó. Tom tembló ante la mezcla de sentimientos. Incapaz de procesar todo lo que se vino encima, cerró sus ojos y giró sobre si mismo, para irse del salón y adentrarse en su habitación. Un leve clic le confirmó que había cerrado la puerta suavemente.

Atontado, ebrio de confusión y angustia, se sentó sobre su cama para pensar en todo lo sucedido. ¿De dónde sacaba a este novio?¿qué significaba "a distancia"? ¿Qué quería decir "ha sobrevivido a todo"? y lo más importante, ¿por qué, por todos los dioses del mundo, por qué se lo presentaba? ¿era algo serio? Nunca Marinette había confirmado a ningún novio, de hecho, hace mucho que no salía con nadie, o eso él creía. Sumergida en su carrera de diseñadora, había realizado cuántas pasantías fueran necesarias en las ciudades que fueran necesarias para mejorar espectacularmente su curriculo. Milan, New York, Londres. Pequeños grandes trabajos que lograron trasformar a una pequeña aspirante hasta la diseñadora en ciernes de la actualidad.

¿Dónde lo habría conocido? ¿Cuánto tiempo llevaban juntos? Necesitaba respuestas pero no lograba centrarse lo suficiente para formular las preguntas. Tampoco quería ver al supuesto novio, ni a su querida hija. Temía volverse loco o cometer acciones de las que luego se arrepentiría.

Perdido en sus pensamientos apocalípticos, no se dio cuenta que su mujer había entrado en la habitación y ahora sentada a su lado, le miraba preocupada.

Sabine arrulló su mejilla suavemente. Tom, vuelve a mí - dijo su mujer. - Vuelve a mí, por favor. Insistió ella. Pero Tom estaba lejos de ahí, perdido.

Sí, esa fue la primera vez que lo vió.

No, no sería la última, lamentablemente.

Y era ahora, que todo ese primer recuerdo del novio de su hija se le enredaba en el corazón. Era ahora, cuando ya lista y arreglada, ella le pedía que la llevara a su encuentro. Ahora.

Imposible, jamás, nunca. 

Aturdido, confundido, totalmente perdido y sin razón.

¿En qué momento su hija creció tanto?¿Dónde dejó sus coletas?¿Cuándo perdió el gusto por el color rosa? ¿Adónde fue la pequeña que pegaba fotos en su tablón? Con dolor, se dio cuenta que la niña que conoció se había trasformado en una mujer decidida y valiente, hermosa e inteligente. Con orgullo, se percató que ella era la dueña de su destino. Y con amor, la dejó partir rumbo a su futuro.

Padre, por favor, ya es hora- Insistió Marinette.

El le sonrió sinceramente con toda su alma y le dio un abrazo suave. -Te amo hija mía, sabes que siempre te amaré -  le dijo cuando la soltó. - No sé qué consejo darte, no sé qué debo hacer, pero definitivamente estaré a tu lado, pase lo que pase. Así que sí es él, si lo es de verdad, yo te entregaré en el altar.-

- Lo harás Marinette?¿te casarás con él? ¿por amor?- preguntó Tom al final, dándose ya por vencido.

Su adorada hija rió levemente antes de contestarle: "sí, sí y sí". Se puso de puntillas y acercó sus labios hacia la mejilla de su padre, dejando un beso tibio y corto.

 -Mi último beso será para tí, papá- le susurró su hija tranquilamente.

Tom Dupain se consideraba un hombre bueno, amable. Un hombre amado y amante, devoto a su familia y al pan. Y hoy era una buen día para demostrarlo, sinceramente.

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Si veis el vídeo añadido, sabréis un poco  qué vi para describir muchas escenas de mis fics...y muchos detalles, también. Siempre diré que me gustan los musicales y éste sin duda, es uno de los mejores.: Fiddler on the roof (o el violinista en el tejado) 

Siguiente capitulo, capitulo III: el primo del novio....


La boda -  MLB.  ****Felinette****Donde viven las historias. Descúbrelo ahora