➣a d v e r t e n c i a s.
⌗Contenido +18. Leer bajo tú propia responsabilidad.
⌗No apto para personas sensibles.
⌗Bdms.
⌗Dirty talk.
⌗Bondage
⌗Daddy Kink.
⌗Algo de drama incluído.
El cuarto estaba inundado de gemidos. Se denotaba el ambiente ruidoso, la pareja a punto de llegar a el epílogo de su segunda ronda en el día.El chico aumentó el ritmo de sus penetraciones, mientras con un poco de rudeza agarraba la cara de la chica y volvía a devorar sus preciosos labios callando sus gemidos, las manos de el ajeno brindando suaves caricias en la linda cintura de su chica.
-Carajo, de verdad que eres tan buena maldita zorra.
Exclamó. Su voz tan hipnotizante mucho más grave de lo normal, su cuerpo acelerado, su respiración entre cortada y pesada, tocando aquellos bonitos pezones, dándose el lujo de pellizcarlos con sus grandes manos al mismo tiempo dando unas cuantas penetraciones más, sus oídos deleitándose con los sonidos que emitía la preciosa boca de su novia.
-Por dios, ¡Amor!
Gimió fuerte. Había llegado a el final de su tercer orgasmo en esa tardé gracias a que su mayor conocía cada punto de ella, sabía como hacerla sentir tan bien, satisfacerla en todos los sentidos y hacer que disfrutará.
Unos minutos después, él también acabó, salió lentamente de el interior su chica retirando el condón usado anteriormente y botandolo en el cesto de basura de la habitación que compartían, aún se escuchaban las respiraciones compartidas totalmente agitadas, recobrando lentamente la calma.
-Vamos mi amor, tomemos un bañó. Cambiaré las sábanas y arreglaré este desastre, tú adelantate y preparé la ducha. Te alcanzó en unos minutos. -Habló en cuanto se recuperó, después, dió un beso en la frente de la contraria, vio su sonrisa aparecer en su bello rostro, aún con el tenúe maquillaje corrido en sus mejillas.-
-Esta bien, cielo. Te esperaré.
Respondió la castaña de inmediato.
Saliendo de la cama con las piernas temblando aún, algo a lo que estaba acostumbrada. Eran ya las 7:50 p.m. pero eso no los detuvo para satisfacerse.
Se adentró a pasos lentos a el baño de la habitación, encendiendo la regadera, disfrutando la espera de que está tomara una buena temperatura, una vez la obtuvo se metió sin mas, el agua tibia limpiando su piel.
Por otro lado; terminaba apenas de cambiar las sábanas sucias por unas limpias, dejando la cama lista. Se dirigió a el cuarto de bañó dónde su amada lo esperaba, ya con rastros de shampoo en la cabeza.
-Amor, te vez demasiado linda. ¿Cómo es que haciendo la más mínima acción me gustes tanto?
Preguntó una vez se adentró a la ducha, mojándose en compañía de su preciosa castaña quién soltó una risita colocando shampoo en el cabello de el contrario.
-Me encantas. ¿Lo sabes, cielo? -Respondio de manera sincera, sintiendo las manos de su chico en su rostro.-
-Sí, lo sé, pero tú me encantas más a mí. Me tienes tan loco.
No esperó otra respuesta y aprovechó para robarle uno que otro suspiró, sus respiraciones se mezclaron, ambos se fundieron en un lento y dulce besó, sin segundas intenciones por supuesto, para luego terminar de bañarse o el recibo de el agua del mes les saldría una fortuna.
-Kelly, ¿Dónde está mi traje?
Preguntó con un fuerte tono desdé su pieza, aún terminando de secarse.
-Colgado, en el cuarto de lavado, ya esta planchado la corbata esta al lado y tus zapatos están en el armario. -Respondió con voz fuerte, audible.-
-Gracias mi vida.
Sonrió sin poder evitarlo, ella lo conocía tan bien. Cristopher era dueño de una de las empresas industriales mas famosas a lo largo de el mundo, por lo tanto esa noche debía asistir a una reunión con los ejecutivos de algunas empresas hoteleras para firmar convenios con ellos, claro, si es que le beneficiarán en cuanto a ganacias se trataba.
Elizabeth, por otro lado, empezaba a tener mucho mas reconocimiento como activista en contra de el maltrato animal al ser abogada, siendo ya un ícono controversial por sus acciones. Él se sentía orgulloso de ver como su novia lograba hacer un cambió significativo y ella de cómo él había logrado superarse con todas sus expectativas.
Una pareja opuesta, polos totalmente opuestos.
-Si logró cerrar el contrato te llevaré a Italia a festejar, ¿te parece? -Llevo sus manos a la cintura de su chica, mirando sus preciosos ojos.-
-Me agrada, pero si no cierras el contrato, de todas maneras vayamos a Italia. -Acomodó el nudo en la corbata que el mayor tenía puesta.- Suerte, se que lo vas a hacer bien, cielo.
Un beso en su frente fue lo que recibió al término de sus palabras.
-Trataré de volver temprano, si tardó mucho por favor no te desveles esperándome, yo llegaré bien.
Dió una afirmativa con su cabeza. Observó como abandonaba la habitación para dirigirse a la salida de la casa, escuchando a los minutos el motor encendido de su carro, después, el portón abrirse, marchandose.
Una sonrisa apareció cuándo volvió a recostarse en la cama con el olor de su novio impregnado.
¿Cómo es qué habían terminado juntos tanto tiempo? Se conocían ya desdé un tiempo atrás, siendo ambos adolescentes en el colegio. Teniendo solo un año de diferencia en edad. Se conocieron por primera vez por una amiga en común, a la cuál, estaban agradecidos hasta la fecha por presentarlos en aquella fiesta. Muchos decían que la pareja no iba a durar mucho al ser tan jóvenes, pero, ¿quién se iba a imaginar que llegarían a tener 7 años de relación estable y verlos viviendo juntos? Nadie lo esperaba. Ambos venían de buenas familias, más sus ideales, sueños y personalidades eran diferentes.
¿Cómo llegamos hasta aquí? una muy buena pregunta que a menudo las personas se hacen, controversial le podemos llamar, tanto a el como a ella les gustaba cuestionarse sobre eso. ¿Cómo habían sido capaces de cuidar tanto su amor? Una pregunta muy buena, que a ambos les gustaba contestar sin dar una respuesta considerada definitiva, pues a ambos les gustaba agregar más y más a su respuesta con el pasó del tiempo.
≠
Eso sería todo. Hasta pronto, cuídense mucho, y por si nadie te lo dijo; estoy orgullosa de ti, lo estás haciendo genial, cielito. Muak. <3