Edificios hechos con libros.

Capítulo 01.

Era una bonita mañana, iluminada por la cálida luz del sol, la tranquilidad de aquella sala le permitía disfrutar de aquella sublime noticia publicada en el periódico del día, gracias a la cual había empezado un duro día con gran entusiasmo:

 

"Lake revoluciona Tokio"

"El joven Jonathan Lake rompe con las estadísticas con su nueva publicación en Tokio. Miles de personas hacen cola para comprar el cuarto libro que compone su novela 'Letters from a stranger', la cual tiene intrigados a millones de personas alrededor de todo el mundo. Se espera que el éxito de esta nueva obra literaria sea igual al éxito obtenido en la otra parte del mundo, en Estados Unidos se agotaron las existencias de todas las librerías, pertenecientes a Lake, en solo una semana. Sin lugar a dudas, es de admirar que alguien tan joven, apenas roza los 23 años, lleve el mundo literario patas arriba y, además, siendo propietario de una de las más exitosas franquicias literarias. ¿Seguirá Lake este camino de éxito? ¿O se atascará en un espiral repetitiva?"

 

Al terminar de leer la noticia su sonrisa se expandió, por supuesto que iba a continuar con el éxito, ¿quién pensaban que era? Él conseguía todo lo que se proponía, sino, nunca hubiera llegado hasta donde estaba. Escuchó un molesto ruido y...

 

De pronto aterrizó en la realidad, sólo había sido un sueño. Suspiró con pesar y apagó el despertador con cierta molestia, ¿acaso no merecía disfrutar un poco más de ese maravilloso sueño? Se echó en la cama y se desperezó, al momento Alessia entró en la habitación como una tormenta tropical.

 

-¡Quieres levantarte de una vez! Juro que como vuelva a escuchar tu despertador vas a terminar castrado.

 

-Buenos días a ti también... Y no te preocupes por la castración, mis bichitos tampoco van a ser de mucha utilidad...

 

-Tu, por el contrario, estás radiante esta mañana... ¿A qué se debe?

 

-He tenido un sueño revelador sobre mi futuro.- Se puso de pie sobre la cama y la miró con arrogancia fingida.- El destino me depara ser un escritor novel de prestigio mundial, con una cadena internacional de librerías que serán todo un éxito.

 

-Bueno... Para que eso pase, antes tendrás que llegar algún día a la librería a tiempo y sin perderte por el camino, a poder ser, ¿no crees? -Sonrió divertida mientras observaba al muchacho salir disparado de la cama.

 

-¡Mierda! Otra vez no...- Maldijo mientras se metía en el baño a toda prisa.

 

Diez minutos después salía de casa, sin haber desayunado, con las llaves de su preciado Ford Mustang en mano y sin despedirse de Alessia. Dispuesto a meterse en la jungla de metal en la cual se sumía Brooklin cada mañana, suspiró con pesadez, pues no había avanzado ni veinte metros cuando ya estaba metido en el atasco que le haría llegar más tarde aún, puso el CD que más le gustaba escuchar en esos momentos "The Anthology", buscó su canción favorita de ese grupo "Let's go" y subió el volumen, perdiéndose así en esa mágica canción. Y con toda la tranquilidad de la que disponía en ese momento, poco a poco y con calma, llegó hasta la librería Hall of Book's.

 

El Señor Morrison lo recibió con expresión seria, pero sus ojos rebosaban de cariño y amabilidad. Se acercó a él con una mirada culpable y le sonrió levemente.