Phuwin Tang, el "hijo" pequeño de los Tang, ya tenía dieciocho años. Su cabello azabache brillante se había apagado lentamente; tan lentamente como su piel y alma.
Las sospechas de todos habían sido confirmadas, los sueños del pelinegro destrozados y las esperanzas de sus familiares rotas. Se sintió tan humillado, avergonzado, cuando sus quince años pasaron y no llegó ningún celo.
Phuwin no era Alfa. Ni si quiera cuadraba con él, su físico o su actitud.
Phuwin ni si quiera era Enigma o Delta, que era la última esperanza.
Phuwin no era Omega. Algo que soñaba y anhelaba desde que conoció al Alfa Pond Naravit.
El castaño lo había hechizado con sus aromas, con su porte, con su altura y bella sonrisa. El castaño mejor amigo de su hermano mayor Winny. El castaño que desapareció después de aquella noche, en la que bailaron en la boda de su hermano Marc y su cuñado Poon.
Phuwin, como cada día, miraba sentado en pijama desde la ventana de su cuarto. Ni se molestaba en salir a su pequeño balcón, odiaba el sol y el viento rozando su piel. Ni si quiera creía merecer eso. Pues como todos le habían dicho ya, como todos lo habían catalogado, él era el eterno cachorro.
El cachorro que nunca crecería ni se presentaría, el que nunca sería Omega o Alfa; el que nunca tendría una pareja que lo amaría incondicionalmente como él deseaba y leía en sus novelas románticas.
Estaba claro, sus padres lo abandonaron por su falta de aroma. ¿Por qué alguien iba a querer a su lado a un híbrido defectuoso?
Miró de nuevo su pecho cuando colocó la palma de su mano sobre este, trató de llamar a su lobo perdido. El cual solo reaccionaba al bajar al jardín o al llorar y comer cientos de chocolates. Estúpido lobo dormilón.
El Alfa caminaba por el aeropuerto de Bangkok despreocupado, así como era siempre. Vestía de negro completamente y cubría sus ojos con unas grandes gafas de sol. En cada mano arrastraba una maleta y sabía que miradas lujuriosas de Omegas estaban en él, eso era algo de todos los días.
Había vuelto a Bangkok después de tres años en Tokio estudiando finanzas para poder llevar en un futuro, no muy lejano, la empresa Naravit. El humano estaba orgulloso de él mismo por sus logros, el lobo se odiaba por haberse marchado.
-¿Puedes dejar de hacer que los Omegas hagan charcos? Alguien podría resbalarse y partirse la crisma. -La voz grave a su espalda lo hizo sonreír ampliamente.
-¿Esos charcos son por ti o por mí? -Cuestionó con gracia girándose para abrazarlo. Golpes fuertes en las espaldas ajenas mientras se estrechaban con cariño. -No quiero sonar cursi, pero te he echado de menos.
-Yo también, Pond. -El pelinegro muestra su única sonrisa de labios sellados y apretados.
-Y dime, Winny. ¿Cómo siguen las cosas por aquí? -Ambos se encaminan al parking del aeropuerto hacia el coche deportivo del Delta.
-Igual que la última vez que hablamos. -Comenta buscando las llaves en su bolsillo. -Nuestros amigos siguen tan idiotas y solteros como siempre estudiando en la universidad, mi padre trabajando mucho, mi madre neurótica, Marc cada día más dentro de la empresa, Poon tomando tés para quedarse embarazado...
-¿Y Phuwin? -Lo interrumpe abruptamente, su amigo no le toma importancia. A fin de cuentas solo es su mejor amigo preguntando por el estado de su hermano menor. Aunque Pond no lo preguntaba, lo preguntaba su Alfa ansioso por saber del pequeño que no ha abandonado su mente en esos tres años; ocho desde que lo conoce.
-Sigue siendo un cachorro encerrado en sí mismo. -Suspira pesado, parándose junto a su coche. -Con suerte sale de su cuarto y, cuando lo hace, no habla con nadie. Y lo entiendo, no lo puedo juzgar. -Pond lo mira atento y ansioso. Quiere preguntar porqué, pero Winny responde primero. -La última vez que lo hizo fue que se enteró del apodo que le han puesto entre la élite: cachorro eterno.
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Eterno Cachorro - PondPhuwin - Omegaverse
FanfictionPhuwin es un cachorro de tan solo meses cuando es abandonado, en la puerta de la adinerada familia Tang, por un simple pecado ante los ojos de los lobos que rinden culto a la Madre Luna; es un cachorro sin aroma. Pond es un claro Alfa desde sus prim...