Loco (tu forma de ser)

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De Iby

Para Zio

"Loco"

No miento cuando digo que me volvió loco tu forma de ser



IDe llamadas nocturnas e invitaciones locas



La distancia es una mierda.

Y no, él no se refería a la distancia que existía entre su cama y el enchufe para cargar su celular, tampoco de la distancia que existía entre su departamento y el mini mercado con nombre estadunidense que no recordaba. No, Iwaizumi Hajime se refería a la distancia que existía entre California, Estados Unidos y San Juan, Argentina.

Eran las jodida cuatro de la mañana cuando su celular comenzó a sonar a todo volumen por su habitación, pero vamos, Hajime duerme como si estuviera hibernando, por lo que no despertó hasta que una almohada se estampó en su cara con fuerza y logró escuchar un grito malhumorado.

Damn, Hajime! It's fucking four in the morning! — gritó Dave, su compañero de piso, cerrando la puerta de su habitación de un portazo

El nipón espabiló por completo con aquel portazo, se sentó en la orilla de su cama y tomó su celular, que no paraba de sonar mientras vibraba; en la pantalla mostraba en letras blancas "Shittykawa" y una foto de cuando eran niños a la par que el coro de Don't Stop Me Now de Queen se mezclaba con el sonido de las vibraciones.

Si, era un sentimental de mierda y no tenía escrúpulos para ocultarlo.

Contestó sin pensárselo mucho, poniendo el aparato sobre su oreja y apartándolo casi al instante debido a lo fuerte que se encontraba el volumen de la llamada; —¡Iwa-chan! ¡Qué bueno que contestas! — le recibió una sarcástica voz —¡Te llamé como diez veces, Iwaizumi, ya era hora de que lo hicieras! — aquel fue el típico tono caprichoso que utilizaba el castaño

Hajime suspiró, pasándose una mano por la cara para que luego esta llegue a pasarse por sus desordenados cabellos, soltando un segundo suspiro cuando su mano descendió hasta su muslo derecho.

—Oikawa, imbécil, son las cuatro de la mañana. — masculló con la voz ronca —¿Sucedió algo? — inquirió

Tal vez aún estaba un poco dormido, pero, ¿era su imaginación o escuchó un suspiro soñador al otro lado de la línea? Decidió ignorar la sensación de ilusión que se formó en su pecho debido a ese pensamiento.

Yo... — silencio —Bueno, yo... — carraspeó —"Joder. Dios, ¿Por qué tuviste que ponérmela tan difícil?" — murmuró en español

—Habla en japones, Kusokawa, no te entiendo. — comenzaba a fastidiarse

Si, si — volvió al idioma natal de ambos —Yo llamaba para comentarte algo, ¿te desperté?

—Mas bien despertaste a Dave. —

Mmm, ya.

Hajime se acomodó sobre su cama, sentándose por completo en ella y apoyando la espalda sobre una almohada que posicionó contra la pared. Se frotó la cara unas cuantas veces para no volver a dormirse y volvió a hablar.

—¿A qué viene ese tono tan cortante? ¿Vas a hablar o no? —

¡Apenas te despiertas y ya me andas insultando! — se quejó

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