Eres Mía

De vuelta a la realidad

Salimos del restaurante de comida rápida y me envolvió con sus brazos.

Olía jodidamente Bien...

Unos segundos después me aleje de él y lo abofetee, no muy duro pero si para que su cabeza se girara solo un poco...

-Me lo merecía- murmuro entre dientes

Acaricie su mejilla un poco rojiza y lo abrace.

-Gracias- susurre- Gracias por eso-

Tenía que pararme de puntillas para abrazar su cuello y jugar con su cabello. Pronto un ligero rubor me recorrió desde la garganta hasta las mejillas...

Podía sentirlo sonreír contra mi boca y ahogar mis gemidos...

Un tono más fuerte...

Sus manos en mi cintura con su suave caricia, no pude evitar pegarme más a él para hacer fricción entre nosotros, nada parecía ser suficiente...

Escondí mi cara en su cuello y calme mi respiración.

Cuando al fin lo conseguí me separe de él y lo vi sonreír con arrogancia.

Ugg

Sabía que el también estaba recordando ese beso. Un beso que yo provoque y que sinceramente me encanto pero no lo iba a admitir... no aún.

No sabía que Matt estaba ahí, no recordaba si quiera que el existia. Pero cuando lo vi, fue demasiado. Matt había conocido a Sammy. Fueron mejores amigos...

Pero nunca lo quise como sabía que él me quería a mí. Ni siquiera lo veía como a un amigo. Nunca lo fue para mí. Pero si para Sam y por mi hermano tuve que aguantar su presencia en mi vida.

-Vamos- dijo en mi oído- te llevo a casa-

(***)

En el trayecto a mi casa tuvimos que hacer una pequeña parada.

El Bar de Joey's. El mejor lugar para futuros universitarios con una carrera por delante. (nótese mi sarcasmo)

Pagamos la tarifa que un grandullón lleno de tatuajes nos detuvo en la puerta.

Los quince dólares más desperdiciados de mi corta vida.

En cuanto pise el bar de Joey's mis instintos se pusieron en alerta máxima.

No tenía buena pinta y mientras mi cerebro gritaba que corriera, algo en mi me decía con calma que me quedara junto a Adam.

Todo aquí era un poco tétrico, el olor a cigarrillos y  cerveza, las mujeres en faldas de cuero o de mezclilla, tops o blusas con escote muy pronunciado, cabellos largos y muchos tatuajes.

Hombres en cuero y sin camisa, gordos o muy delgados.

Que horror.

Nos adentramos más y pude divisar a una chica con el cabello corto y azul, piel blanca como la nieve y unos ojos desconfiados.

-Ven- tomo mi mano y me acerco más hacia ella.

De cerca era mucho más bonita, con un gran cuerpo curvilineo y botas altas.

Era delgada y llevaba una camiseta negra con el estampado de The Beatles.

-Eh Jena!- grito Adam llamando la atención de ella.

Se hizo un poco para atrás y en cuanto vio a Adam sonrió emocionada.

Se paró y en un dos por tres mi mano estaba vacía. Metí mis manos en los bolsillos de mis jeans.