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- ¿Gyeomie? -Jungkook se adentró a la habitación con timidez.

Luego de que estuviera sentado en la sala de espera con un Mark caminando de un lado a otro contagiándole los nervios por algo que ni sabía que era, Jaebeom salió junto a Yoongi diciéndole que solo él debía entrar, dejando que los ánimos del pelirrojo se bajaran en picada y tuviera que asentir a esa decisión entre pucheros.

- Gukkie Hyung. -YuGy tragó saliva al verle, por más de que se hubiera mentalizado de que vería al mayor no estaba tan preparado como pensó.

- ¿C-Cómo te sientes? -cerró las puertas a sus espaldas sonrojándose un poco al ver que Jaebeom le hizo un juego de manos con cierta referencia sexual ganando un golpecito por parte del minino albino.

Pero no, él estaba ahí para hablar porque el conejito le había llamado, ¡no para otra cosa como ese gato pensaba!

- Y... Despertar y ver que ahora tengo 23 y no 18... Es algo shockeante.

- Ah, claro, volviste de nuevo... -sonrió por lo bajo viéndole- M-Me alegra tenerte de nuevo después de tanto.

- ¿Mark se fue?

- Sí, Tae Hyung lo llevó, estaba un poco... Alterado, por suerte mi amigo lo tranquilizó diciéndole que le invitaba una bebida... Hm... ¿Te acuerdas de Taehyung? -Jungkook lo vio tragando saliva por lo bajo- Quiero decir... ¿Te acuerdas de todo lo que viviste siendo... Gyeomie?

- ¿Sabe, Hyung? -relamió sus labios sintiendo vergüenza inmensa- Me encantaría decir que no recuerdo nada de eso, que solo estoy pasmado por despertar en un tiempo diferente como si se tratara de un viaje al futuro, lamentablemente... R-Recuerdo todo lo que pasamos, desde cómo me encontraste diciendo que era un conejito de la suerte, las peleas que tuvimos, el tiempo que pasé con Jaebeom Hyung y Yoongi Hyung, hasta recuerdo bien a Taehyung mimándome, diciéndome que parecía un extraterrestre.

Jungkook sonrió por lo bajo, a pesar de tener un poco de pena ahora y que su corazón estuviera latiendo como un loco sin querer parar, no iba negar que el tiempo que estuvo con Gyeomie como su mascota fueron días preciosos llenos de risas y tranquilidad, ese tiempo que le hacía más que falta tener después de toda la penumbra por la muerte..

Así que, no iba negar que apreció aquello como oro. Soltando un suspiro risueño se acercó al conejito quien le hizo seña con su mano de que se sentara a su lado en lo que él subía sus piernas hasta abrazar sus rodillas un poco tímido al respecto.

- Recuerdo... También lo adorable que eras en la secundaria, y como has cambiado con el tiempo. Dios, tus mejillas desaparecieron, tienes el rostro de un adulto maduro, en cambio yo sigo pareciendo un niño, maldita sea. -refunfuñó por lo bajo haciendo reír al mayor.

- En realidad, te ves bastante guapo.

- Tsk, eso lo dices porque ahora parezco un niño de estados unidos por mis ojos azules, y en parte un viejo por mi cabello gris.

- No, es enserio. -le sonrió por lo bajo- En realidad... Te hiciste un poco más alto, es un poco curioso considerando que estuviste sin vida tanto tiempo, pero hay partes de ti que sí han cambiado un poco. Perdiste peso, tienes... Un poco más de masa muscular que antes, extrañamente tu piel sigue blanca que es parte de tu esencia, y tu voz dejó de ser un poco aguda con muchos gallos. Enserio, cambiaste.

- ¿Crees tú que cambié para mejor o... Solo son modificaciones por la sangre nueva corriendo por mis venas?

- No lo sé, de cualquier forma, creo que me seguirías gustando por quién eres, no por lo que tengas o la forma de tu cuerpo. -sonrió agachando su mirada con sus mejillas rojas.

No supo de dónde sacó el valor para decir eso, pero conmovió el corazón del conejito que lo sintió latir con mucha más fuerza.

- Jungkookie Hyung... -le llamó bajando sus piernas de su pecho para acercar su mano a él, tomándole por su mentón para que le mirara- Jeonggukkie, amo gukkie, quien quiera que seas... Eres el Hyung más bonito que he visto.

- Lo sé, me lo dicen a diario. -bromeó haciendo reír al menor.

- ¿También te dicen que le gustas a alguien?

- No, eso ya sería nuevo para mí. ¿A quién le gusto? -ladeo su cabeza sonriendo de manera tímida, conocía la respuesta.

- A un torpe conejito. Alguien que desde hace mucho tiempo pensó que huías de él porque lo odiabas, luego se volvió a enamorar de ti por lo dulce que eras con él enseñándole muchas cosas que desconocía, protegiéndole tal vez de mala manera, pero preocupándose por él, y ahora que te tiene al frente consciente con un cerebro más adulto es capaz de decirte por fin lo mucho que te adoró desde siempre, y que sin importar la forma que tuviera o que hubiera perdido la memoria se habría enamorado de un chico tan genial como tú siempre.

- Uhum -Jungkook sonrió de manera bonita sintiendo su corazón latir con fuerza ante la confesión- T-Todo eso es algo que jamás me lo dijeron.

Incapaz de decir algo más abrió un poco su boca intentando articular palabras o una oración coherente mientras el menor sonreía, siendo callado de repente por la unión de sus labios con la del conejito con dulzura.

Sintiendo chispas y cosquilleos correspondió, el menor sostenía su rostro con sus pálidas manos, y él solo pudo dirigir las suyas hasta sus hombros para responder con gusto al dulce contacto que tanto anhelaron hace años.

- Jeonggukie Hyung, me gustas mucho. -ronroneó inconscientemente el menor aun pegado a los labios del mayor, quien sentía que tocaba el cielo con sus manos estando más que feliz.

- Se supone que eso tenía que decirlo yo desde un principio. -de a poco su cuerpo fue empujado lentamente hacia atrás.

Quedó recostado sobre la camilla, con el conejito tomando su almohada esponjosa para ponerla bajo su cabeza así estuviera inclinado y cómodo.

- Tengo el vago recuerdo de que te me confesaste antes ¿Fue cuando morí?

- No me recuerdes ese día tan doloroso. -soltó un leve suspiro de lamento.

- ¿Por qué no? Con lágrimas en los ojos me agarraste y me diste un besito diciendo que yo te gustaba haciendo que el dolor que tuve desapareciera de repente, morí en paz ese día. Escucharte decirlo otra vez me haría tan feliz otra vez.

- Gyeomie... YuGyeomie. -le llamó dulcemente sujetándolo por su cuello en lo que el menor se subía encima suyo tomándole de sus piernas para ponerse entre medio de ellas así estar mejor.

- ¿Uhum...?

- Me gustas mucho, desde hace mucho tiempo. -sonrió sintiendo que su pecho dejaba de estar oprimido, y cualquier peso que estuvo cargando desde hace años se hizo más ligero en un momento- Me gustaste en tu forma humana, y me gustaste aún más en tu forma híbrido, me seguirías gustando mucho sin importar como seas.

YuGyeom le sonreía, su conejito meneaba su colita pomposa de un lado a otro feliz, y parecía que los dos chicos que amó estaban felices de escucharle decir eso.

- A mí también me gustas demasiado, Gukkie Hyung~ -y tras soltar un ronroneo unió de nuevo sus belfos con la de su mayor con dulzura.

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Jai ¿Cómo están?

¿Quieren lemon? *ojitos*

Suerte [Yugkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora