Mi mundo se vuelve rosa al despertar con su amar, mis noches largas con su adorar, mis días felices al pensar en lo mucho que fuí suya sin ser nada y cómo ahora se ha convertido en mí adorar, ¿Cómo es que todo ese esplendor me pertenece?. Todo lo bueno que hay en usted me lo da, su amar, cuidar, pensar, todo aquello bueno me da esperanzas en este negro mundo, por eso y más le obsequio mi bendecir y rezar, mis penas y plegarias, mí adorar y llorar, mis lágrimas y risas, así como usted y su bendita bondad me obsequian buenas vibras, yo obsequiare cada parte de mí, en cuerpo y alma me ofrezco ante usted, me ofrezco a sus brazos los cuáles necesito aquí. Rezo por aquellos brazos, por aquella voz, por aquellos ojos, palabras, atención, amor y comprensión, rezo por verlos una vez más.