"Te amo... "

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En el salón todos esperaban reunidos con  ansiosos murmurando entre ellos.

Fueron pocos minutos después que el pianista empezó a tocar la famosa melodía "Marcha nupcial", para dar a entender que la tan esperada persona estaba por entrar.

Finalmente ingresó al gran salón lleno de decoraciones con colores suaves como ella. Todos la recibieron con regocijo aplaudiendo hacia ella. Pero la persona más feliz en ese precioso momento era el prometido, esperándola con ansias para poder unir sus vidas hasta la eternidad.

La novia era hermosa, con sus blancas y delicadas vestiduras. Su cabello con flores dándole un toque delicado, y el ramo de flores que sostenía entre sus manos algo temblorosas, ¿de verdad estaba pasando esto? caminaba al altar donde la esperaba el amor de su vida. Todo parecía irreal.

— ¿Aceptas a esta mujer como tu compañera de vida para amarla, respetarla, en los malos y buenos momento?

— Acepto — Respondió con firmeza el hombre a la persona que los iba a unir en sagrado matrimonio.

— ¿Aceptas a este hombre como tu compañero de vida para amarlo, respetarlo, estar juntos en los malos y buenos momentos?

— Acep... — La mujer fue interrumpida por un gran estruendo en la puerta principal.

Un hombre de aspecto despreciable tenía un arma de fuego se encontraba ahí, con su respiración agitada con su mirada en el suelo.

— ¿En serio te vas a casar con él? — Cuestionó con un tono burlesco, teniendo la mirada de todos los invitados aterrorizados. Rió a la bajo y volvió a levantar su voz — ¡No lo creo dulzura! —gritó lleno de ira y resentimiento hacia la mujer que se encontraba estática en su lugar.

— Si no eres mía… — Apuntó con su arma a la novia, viéndola a los ojos — No eres de nadie.

— ¡No!

Después de decir esto se escuchó un disparo, todos comenzaron a gritar asustados y exaltados por lo que había sucedido, cubriéndose con sus manos y algunos corriendo. La bala impactó en el pecho de la novia. Cayó al duro suelo mientras su blanco vestido se manchó de toda la sangré que derramaba.

Su amado la tomó entre sus brazos.

— ¡Alguien llame una ambulancia! — Pidió con todas sus fuerzas vociferando — Mi amor, p-por favor no me dejes… no te vayas — Le dijo aún en llanto al amor de su vida que rápidamente perdida la vida. Su amada levantó mano sucia con su propia sangre y la llevó a la mejilla del hombre para acariciarla. En un débil suspiro le dijo por ultima vez…

“Te amo...”

By: RiriLynette