Alguna vez se preguntaron que historias pasan por la cabeza en plena pandemia?
La vida da giros inesperados y tan solo somos seres humanos intentando no morir en el intento para poder sobrevivir este encierro.
Los días tan solo comenzaban con los pensamientos que en unas semas nos volvíamos a ver. En otros caso, estuvimos meses ya encerrados. Nadie esta preparado para estar en el mismo lugar de cuatro paredes siendo nosotros mismo.
Les quiero decir que sí, ya vamos un año y algo más en este ir y venir de la vida y por alguna manera existe una razón de no morir en el intento y seguir adelante. Esperanzas siguen dentro del corazón tan frio y solo, donde las cosas se opacaron y se convirtieron en simples recuerdos que solemos recordar y querer volver en cualquier día.
Mi querida persona, la vida antes de la pandemia seguía siendo vida y nada podía detener el vivir 24h. Risas, momentos que solo disfrutamos y volvíamos a ser todo lo que nadie quiere ser. A veces me solía pasar que la vida me daba esperanzas y yo la destrozaba y botaba todo por la borda. Es verdad, cuando te dicen que dejes de sobre pensar las cosas, puedes causarte daño y terminas convirtiéndote en tu mayor miedo.
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No se que puedas admirar en esta imagen, pero es nuestra cabeza llena de ideas asombrosas con encantos peculiares. Tu mente llena de pensamientos y sueños que quieres tenerlos, pero que en esos días oscuros, se escondieron y tu mente solo te mostraba cosas apagadas. La luz de la habitación (alma) se apagó por todo el lugar interior.
Llorar a mitad de una clase, y sentirse tan mal al quinto mes del segundo año de pandemia. Eso sentía en todo estos días al segundo mes que empecé otro ciclo en la universidad. Solo quieres irte, y dejar todo de un lado. Morir, creo que alguna vez se debió pensar y la manera menos cruel de morir. Lágrima tras lágrima caían y espero que algún día entendamos que vamos a estar bien, pero solo será cuando encontremos el porque y la manera de levantarnos.
Ya no podía seguir resistiendo todo lo que alguna vez quise tener e imaginé todo lo que quería en un futuro. El suelo duele, en especial cuando te das en lo más profundo de todo y por primera vez te das cuenta que la realidad era diferente y depende de como lo mires. Qué las amistades son pocas y que siempre debes tenerte a ti misma para esas largas noches de tristeza, al igual que para las soleadas mañanas de verano.
El tiempo va tan rápido y la esperanza sigue ahí escondida. Ahora nos damos cuenta que el tiempo es valioso y que se tiene que aprovechar. Es un año y meses de esta locura, pero son años de una vida sin rumbo, donde se necesita cambiar y la pandemia solo fue ese grito para todos de que estamos desvaneciéndonos lentamente.
