➻ 𝔉𝔢𝔰𝔱𝔦𝔳𝔞𝔩 ℜ𝔦𝔱𝔬𝔴𝔞 2021

Día 1: 𝕞𝕒𝕟𝕫𝕒𝕟𝕒

—¿Cuáles son las propiedades que tiene la manzana? — cuestionó la azabache, leyendo el cuaderno que tenía en manos.

—¿Eh? ¿Propiedades? — repetió insegura la albina—. ¿Por qué tendría que yo saber eso?

—Es tu fruta favorita, deberías saber algo.

—¿Cloruro de sodio...? — respondió devolviendo una pregunta.

—¿No suena mejor cloruro de magnesio? — inquirió.

—Par de idiotas— espetó la castaña—. La manzana no tiene cloruro.

—¿Y cómo lo sabes? — Moroha, preguntó.

—Es algo que te enseñan en el colegio— dijo con obviedad—. Deberían prestar más atención, puede que alguien mayor les pregunté y dejarán mal al colegio al que fueron, quedarán mal.

—Ya entendimos...— murmuraron al unísono.

Ninguna volvió a decir una palabra, se sumergieron en un silencio para nada incómodo, pues cada una hacía lo que quería, no tenían necesidad de molestar la paz de la otra.

Setsuna leía con concentración el libro que actualmente era su favorito, Moroha trataba de averiguar cuál sería la nueva contraseña que sus padres pusieron en su pequeña cuenta bancaria.

No era su culpa querer gastar el dinero como si de algo insignificante se tratara.

Towa se dispuso a terminar los deberes pendientes, estaba segura que Setsuna los haría a tiempo pero su querida prima era otro caso. No era una mala persona, así que había tiempos en los que le prestaba sus apuntes pero claramente pedía que cambiará algo, no sólo el nombre.

—¡Ya llegué! — clamó la dulce voz de la madre de las gemelas en la planta baja.

—La tía Rin llegó— sonrió Moroha, comenzando a caminar ya a la salida del cuarto de Towa—. Me encanta su comida~

Ambas hermanas cerraron sus libros y siguieron a la azabache, quien ya estaba en una conversación amena con la matriarca de la familia Taisho.

Towa se percató del logo de las bolsas del supermercado, su madre había hecho las compras lo que significaba...

—¿Dónde están las manzanas?— preguntó al ya haber revisado todas las bolsas, hasta por un momento creyó que estaban en el refrigerador, pero las manzanas nunca las ponían ahí así que descartó la idea.

—Cierto. Lo siento, princesa— se disculpó la castaña mayor—. No había así que otro día iré a otro supermercado.

—¿Otro día? — repitió Moroha, comiendo un pedazo del pastel que Rin había llevado—. En esta temporada de verano es más escasa su producción.

—Moroha tiene razón— comentó la oji-violeta—. Los manzanos prefieren las bajas temperaturas así que en verano es más tardía su producción.