(my) boy in dress ♡ kookmin

» Prólogo. ♡

Allí estaba Jungkook, abrazado a sus piernas en un intento desesperado de encontrar algún consuelo, mientras las lágrimas incontrolables resbalaban por sus mejillas sin ninguna señal de querer detenerse. El armario de su habitación se había convertido en su único refugio, aunque el frío suelo de ese pequeño escondite parecía congelar hasta su corazón. Pero no era solo el frío lo que lo hacía temblar; el miedo que invadía y consumía todos sus pensamientos lo hacía esperar el peor escenario posible.

Los gritos de sus padres resonaban con una intensidad que se volvía insoportable. Las palabras de su padre, llenas de juicio y crueldad, lo herían cada vez que eran pronunciadas. Aunque su madre trataba de defenderlo los gritos de su padre eran los que permanecían en su memoria, repitiéndose una y otra vez como si se tratara de un disco rayado.

La discusión siempre giraba en torno a un tema que Jungkook no podía comprender completamente: ¿por qué a un niño de siete años le gustaría tanto usar ropa femenina? Para su padre eso estaba mal. Si era un varón, debía comportarse como tal y usar ropa de hombre. La idea de que él pudiera llevar un vestido y ser visto como un "maricón" era una ofensa inaceptable para su familia. Cada vez que Jungkook llevaba uno de los vestidos que tomaba prestado del armario de su madre, la pelea era inevitable.

Con el paso del tiempo y un poco más de madurez la única diferencia era que las peleas rutinarias habían desaparecido y su armario ahora contenía varios vestidos de diferentes estilos y colores. Ya no era un lugar donde debía esconderse, se había convertido en un refugio que le brindaba confort cada vez que abría sus puertas.

Sus padres se habían divorciado hace un par de años y ahora vivía solo con su madre. Aunque ya no escuchaba los gritos insoportables de su padre, las burlas de sus compañeros de escuela persistían. Sin embargo había aprendido a preocuparle menos la opinión de los demás, aunque esto no aplicaba del todo a Park Jimin. Este chico tenía algo en su presencia que capturaba la atención de Jungkook de una manera que no podía explicar del todo.

A menudo se cruzaban en los pasillos de la escuela. Cuando no estaban lo suficientemente cerca para que Jimin soltase un comentario hiriente o le diera un puñetazo en la mejilla, sus miradas se encontraban a distancia. Jimin solía regalarle una sonrisa burlona en esos momentos, lo que resultaba una mezcla desconcertante de molestia y fascinación para Jungkook. Saber que Jimin lo detestaba pero que también lo seguía con su mirada le provocaba una reacción inexplicable en su corazón.

La vibración intermitente de su celular lo sacó de sus pensamientos. Sacó el móvil con su mano derecha, contestando sin mirar la pantalla, ya que sabía perfectamente de quién se trataba: la única persona en su lista de contactos y evidentemente la única que lo llamaba.

—¿Qué novedades trae el día de hoy mi señora madre? —preguntó con un tono divertido, sonriendo al escuchar la suave risa de la mujer al otro lado de la línea.

—Muchísimas cosas, pero ya te las contaré todas en casa, pequeño. —la voz de su madre sonaba divertida, claramente disfrutando del apodo que usaba a pesar de que Jungkook había comenzado a acostumbrarse a él. Ella era consciente de cuánto odiaba que lo tratara como a un niño, pero sus quejas se habían reducido con el tiempo y parecía que ella había aprovechado esto para usar el apodo con más frecuencia—. Por ahora solo quería saber cómo estaba mi bebé. ¿Has comido?

Jungkook sonrió ante la preocupación de su madre. Ella solía llamarlo a diario para saber cómo estaba. Entendía por qué lo hacía; tenerlo como hijo no había sido fácil para ella. La conexión entre ellos era fuerte porque ella fue la primera y única persona en aceptarlo y protegerlo cuando los niños se metían con él. Aunque ya no le contaba sus preocupaciones escolares, su madre seguía llamándolo al final del día, preocupada por él.

—Estoy bien, mamá. Ya sabes, comí el almuerzo que me preparaste, como siempre. Ahora voy a casa, llegaré en diez minutos.

—Me alegra escuchar eso. Ten mucho cuidado en el camino, ¿sí? —la voz de su madre fue interrumpida por un grito de su jefe, una voz que Jungkook reconocía. Su madre trabajaba como camarera y solía escabullirse de sus labores solo para llamarlo cuando terminaba la escuela, incluso a riesgo de perder su trabajo. —Tengo que irme ahora, Jungkook. Tengo que ayudar a ordenar el desastre que se ha formado. Te amo muchísimo, nunca lo olvides. —dijo apresuradamente, lanzando un par de besos al final de la frase antes de colgar.

Jungkook miró la pantalla de su teléfono sintiendo ya la falta de la voz de su madre. Comprendía que, desde que su padre se fue, ser madre soltera había sido un desafío para ella. La admiraba profundamente por ello.

Mientras caminaba unas pocas calles más sintiendo la brisa refrescante en sus piernas, un pequeño gato callejero se acercó a él, pasando entre sus piernas en busca de cariño y tal vez de algunas migajas de comida. Jungkook sonrió al sentir el pelaje del gato rozar sus tobillos. Era un gato blanco con manchas naranjas y ojos avellana. Se arrodilló frente a él, extendiendo el dorso de su mano. El gato se acercó rápidamente para frotar su cabeza contra sus dedos y ronronear.

—Hola, bonito. ¿Estás solo? —preguntó, como si el gato pudiera responderle, aunque sabía que la respuesta era evidente. El animal parecía algo descuidado y sucio pero su belleza no se desvanecía. De repente pensó en Jimin, y se dio cuenta de que había cierta similitud en la forma en que lo miraba. Una sonrisa apareció en sus labios.

—Te pareces mucho a alguien que conozco, sabías.

El gato respondió con un ronroneo más fuerte mientras Jungkook intensificaba sus caricias detrás de sus orejas. Luego lo levantó en brazos, acercándolo a su rostro y rozando su nariz con la suya, mirándolo con ternura.

—Me gustaría saber por qué me odias tanto, Jimin.

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Advertencias antes de leer :

✧ Contiene HopeV como ship secundario.

✧ Partes de smut hard, con degradación, humillación y leve sado. REPITO las escenas sexuales son DEGRADANTES.

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✧ No me considero buena escritora pero me entretiene hacer historias a pesar de que soy muy exigente conmigo misma. Por eso, no se esperen una obra de arte, mi capacidad de escritura es nula pero amo plasmar mis ideas. Dicho ésto, disfruten de la lectura.