Ángel - Jaden Hossler

Que haces aquí?

Blake y yo nos dirigimos hacia el pasillo y entramos a mi habitación. Comimos en el piso, en silencio. Mi hermano tomó mi mano cuando escuchamos a mi padre gritarle a mamá y algo romperse, una lágrima cayó por mi mejilla. Todo esto es culpa mía.

Al verme llorar, Blake envolvió sus brazos a mi alrededor, dándome tranquilidad.

- Brook, todo estará bien. No te preocupes - susurró acariciando mi cabello. Cuando me calmé, los gritos cesaron y nos quedamos un rato jugando al uno.

- Bueno, creo que es hora de que me vaya a mi habitación, Brook. Son pasadas las siete ya - dijo mi hermano - cierra la puerta con llave, si? Te veo mañana - dijo besando mi cabeza.

El salió de mi habitación y como el me había dicho, cerré mi puerta con llave y me apoyé en ella a esperar que se escuche el ruido del cerrojo en su puerta, y que el haya hecho lo miso que yo. Al escucharlo, caminé hacia el borde de mi cama y me apoyé en ella, sentándome en en el piso y me puse a llorar en silencio sin parar.

De repente oigo un ruido proveniente de mi ventana. Abro los ojos de golpe al ver a Jaden mirándome con tristeza a través de ella. Me levanté y corrí hacia la ventana abriéndola, preguntándome que hace el aquí a esta hora. El debería estar en su casa.

- Jaden, qué haces aquí? Tienes que irte ahora mismo! - dije preocupada mirando la puerta de mi habitación, con miedo de que mi padre venga.

El solo trepó, entrando a mi habitación.

- Jaden sal de aquí - le dije imaginándome que haría mi padre si lo ve aquí, a él nunca le ha gustado Jaden, dice que es muy molesto y ruidoso.

Sin embargo el no me hizo caso y envolvió sus brazos a mi alrededor, empujándome contra su pecho. Traté de zafarme pero el me sostuvo fuertemente.

- Está bien angel- susurró besando mi cabello, y volví a llorar.

Jaden era alto para la edad que tenía, el tiene diez años al igual que Blake. Ellos son amigos desde que nos mudamos aquí. El tiene el pelo marrón claro y unos hermosos ojos azules medio verdosos. Es un chico muy lindo, por aluna razón todas mis amigas están embobadas con el. Jaden y yo, de todas formas, no nos llevamos muy bien que digamos.

El se burla de mi constantemente y tiene la maldita costumbre de decirme angel por alguna razón, me llamó así desde el día en el que me conoció y me pone de mal humor.

Saqué mi cabeza de mi pecho para mirarlo bien. El se veía triste y por alguna razón sus hermosos ojos estaban cristalizados, mientras me seguía abrazando. Miré hacia abajo y vi que estaba usando un pijama de Ben Diez, giré mi cabeza para mirar mi alarma, eran las 8:30, he estado llorando por más de una hora.

- Te vi a través de mi ventana, quería asegurarme de que estabas bien - susurró, manteniéndome con fuerza contra su pecho. Aún en esa posición nos tiramos sobre mi cama, el meciéndome, como Blake siempre hacía cuando lloraba.

Giré mi cabeza hacia la ventana y vi que su habitación estaba frente a la mía, el debe haberme visto llorar muchas veces. Debo verme débil para él.

- Jaden, debes irte - dije intentando apartarlo de mi pero no pude, el es muy fuerte.

- No me iré hasta que dejes de llorar, angel - susurró acariciando mi cabello, tirándome hacia atrás, de manera que nos encontrábamos frente a frente en mi cama. El tenía sus brazos envueltos en mi fuertemente, me sentía segura a su lado. Me deslicé, pegando su cuerpo más al mío y volví a sollozar en su pecho.

A la mañana siguiente me levanté sintiendo un peso sobre mi. Oh por dios! Jaden y yo nos habíamos quedado dormidos. El niño se removió a mi lado.

- Jaden - dije en voz baja- Jaden! - exclamé un poco más alto y el abrió sus ojos, al verme frente a el estos se abrieron como platos.

- Creo que me quedé dormido Brook, lo siento - me sonrió, se veía lindo recién levantado-

El se levantó y besó mi cabeza, para luego dirigirse a la ventana y abrirla.

- Adiós Brook - sonrió - nos vemos luego.

- Adiós Jaden y gracias, de verdad - sonreí agradeciéndole a lo que el me devolvió la sonrisa y salió por mi ventana. Me dirigí hacia ella y lo vi entrar a su habitación.