-Pero volveré para tu cumpleaños, te lo prometo... - El rostro de Maddie estaba sobre las manos de Christopher.
-Quedate aquí. -Ella mantenía un puchero en su rostro. -La casa es aburrida sin tí.-
-Seguro que eso es mentira... Se que traes a los chicos aquí cuando no estoy, la debes pasar muy bien... -
-No... Es aburrido porque no estás tú.- Frunció su ceño y se cruzó de brazos.
-No te pongas así bebé... Vamos... - Rodeó su cintura con sus manos. - Es poco mas de una semana... No es tanto... - La pequeña miraba hacia el piso. - Vamos preciosa... Si te pones así no podré ir... - Esperó una respuesta de la chica, pero ella no le dió ninguna. - Es importante que haga esto... -
-Si es así, entonces llévame contigo - La pequeña lo miró con una sonrisa en su rostro.
-Sabes que no puedo hacer eso... Tienes clases... Y aunque así no fuera... Estarías todo el día en un aburrido hotel, completamente sola... - Acarició la cabeza de Maddie. - No me gustaría que estuvieras sola... Aquí, por el contrario, puedes estar con tus amigos... La puedes pasar genial... -
-Pero yo quiero estar contigo... No la pasaré bien sin tí...-
-Mierda bebé, que terca eres.. En el fondo sabes que lo pasas mejor con ellos que conmigo... -
-Mentira... Porque con ellos no puedo tener sexo - Su ceño volvió a fruncirse.
-Tú no quieres estar conmigo... Quieres tenerme para coger... -La miró y ella solo presionó sus labios entre si. - Lastimas mis sentimientos, bebé - Dramatizó.
-No quise decir eso... Osea... Es que sí.. Pero no es solo eso.. Es que... Ay... - Comenzó arrastrar las palabras una tras otra.
-Está bien... Pero no puedes ir conmigo. Estaré bastante ocupado y no te daré la atención que mereces... Prefiero que te quedes aquí en casa... Prometo que cuando vuelva seré completamente tuyo - Mordió su labio y miró a los ojos a Maddie, mientras una sonrisa se le escapaba. - Y te haré mía las veces que tú quieras... - Con su dedo índice tocó la punta de la nariz de la pequeña y ella le dio una sonrisa. - Te gusta esa idea ¿No es cierto? -
-Sip... - Asintió con su cabeza. - No estaría tan mal... - Su sonrisa se desvaneció y luego abultó sus mejillas. - Aunque igual te voy a extrañar.. Y mucho.. -
-Lo sé mi princesa hermosa.. -Tomó sus manos y entrelazó sus dedos. - Yo también te extrañaré muchísimo.. Ni imaginas cuánto.. -Se acercó a sus labios. - Pero sé que te volveré a ver y eso me consuela. -Besó sus labios. - No estaré fuera de casa por tanto tiempo.. Además te mensajearé y llamaré cada que pueda..- Miraba los ojos de la chica. Él veía algo realmente especial en ellos. - Si te sientes sola puedes decirle a los chicos que vengan o si quieres, se pueden quedar a dormir aquí mientras yo no esté.. Solo no entren a mi oficina.. Y preferiría que no duerman en mi habitación.. Pero si por alguna razón es necesario, háganlo.. - La pequeña asentía con su cabeza mientras él hablaba. - Solo recuerda avisarme si se quedan.. Me gustaría saber quién se queda a dormir en casa.. - Un pequeño silencio dominó la habitación, mientras se veían a los ojos. - Te amo ardillita..-
- Y yo a tí osito.. - La pequeña le sonrió. Se puso de puntitas y rodeó el cuello del chico con sus brazos. - ¿Me puedes traer algún regalo?-
-Eres una interesada -Entrecerró sus ojos. -Pero claro.. Te traeré algo bonito, bebé.- La tomó por la cintura e hizo que sus delgadas piernas rodearan sus caderas.- ¿Qué quieres que te traiga? -
-Mhm... No lo sé... - Abultó sus mejillas y se quedó mirando los labios de Chris mientras jugaba con el cabello de este mismo. - Lo que sea tu cariño... Aunque agradecería si me traes nuevos caramelos - Hace unos días los que tenían en casa se habían acabado.
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You're Mine 2°Temporada
Teen FictionChristopher Hill, empresario adinerado de veintisiete años. Maddison Ricci, joven estudiante de dieciséis años. Linda pequeña, quien logró que aquel hombre saliera del agujero en el que se encontraba sepultado. [Continuación de You're Mine, historia...