01. Encuentro

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._._._._.

Soltó un pesado suspiro en cuanto leyó la última página del libro entre sus manos, lo cerró con un rápido movimiento provocando un ligero sonido sordo. Miró en todas las direcciones, pudo observar al gran número de estudiantes que, como él, se encontraban en ese piso de la biblioteca de la universidad. La mayoría se encontraba centrada en sus estudios, otros tantos aprovechaban el silencio y tranquilidad del sitio para descansar unos minutos entre clases...y él, por su parte, se encontraba algo irritado ante la larga espera que estaba teniendo que soportar.

Aún no podía creer como es que Quatre se había segurado de que aceptara ayudar a un "muy buen amigo suyo", según le había comentado el rubio, era un chico que estaba estudiando gastronomía y que actualmente mantenía un blog como comensal que poco a poco estaba ganando popularidad pese a que solo había comenzado como un simple blog personal.

"-Él quiere tener un mejor sitio para sus críticas, lo quiere hacer algo más formal. Me preguntó si conocía a alguien a quien pudiese contactar y contratar para ello...y puesto que tú eres el experto informático que conozco...-sonrió inocentemente- pensé en que podrías ayudarle-.
-Sabes que estoy lleno con el master y los proyectos que ya tengo a mi cargo-respondió con seriedad el ojicobalto.
-Anda- dijo ell ojiceleste a la vez que le miraba de manera suplicante -es un buen amigo mío y quisiera poder ayudarle-.

Heero Yuy le miró fijamente, todos sabían que pese a ser alguien serio y frío con los demás, tenía cierta debilidad por el rubio quien era su amigo desde la infancia. Sinceramente, había pocas cosas que podía negarle, aún menos al ser quien le había contactado con algunos de sus mejores clientes y quien siempre velaba porque estuviera bien...cosa que para su fortuna o desgracia, el joven heredero de los Winner sabía muy bien.

Se cruzó de brazos y enarcó una ceja, Quatre de inmediato sonrió luminosamente, sabía que de nuevo había conseguido convencerlo."

Era por ello que pese a la demora no podía simplemente mandar todo al diablo e irse, le había arrancado la promesa de ser lo más paciente posible.

-Seguramente ya sabía que esto pasaría-murmuró irritado.

Miró por enésima vez el reloj en su muñeca, habían pasado cerca de 40 min desde la hora acordada y ni señas de la persona, le molestaba el hecho de estar allí perdiendo el tiempo cuando tenía bastante por hacer relacionado al master en ciberseguridad que actualmente estaba cursando, pasó una mano por sus cabellos en señal de frustración, dejándolo aún más alborotado de lo que era costumbre. Resignado, dejó de lado el libro que momentos antes leía, lo mejor sería que aprovechara la espera para adelantar algo del mucho trabajo que aún tenía pendiente mientras el extraño se dignaba a llegar.

Para cuando volvió a notar la hora en su reloj, ya habían pasado fácilmente otros 30 min.
Frustrado, pero intentando contenerse, apretó el puño y golpeó la mesa ligeramente mientras volvía a pasar la mirada por todo el sitio. Pudo notar que el número se había reducido y que algunas caras nuevas se podían observar...pero de la persona a quien esperaba ni sus luces.

-Después de esto no podrá pedirme nada en un buen tiempo-murmuró con molestia mientras se ponía de pie y comenzaba a guardar sus pertenencias en el bolso messenger color negro que acostumbraba utilizar.

Justo cuando estaba por retirarse, un chico de larga cabellera castaña llegó corriendo hasta su lado, pudo escucharle y observarle intentando recuperar el aliento antes de poder decir palabra alguna. Se cruzó de brazos y enarcó una ceja esperando que de una vez se identificara y dijera que deseaba, puesto que su rápida y poco discreta llegada había hacho que más de uno los estuviera mirando sin perder detalle.

-Yo...yo...-decía entra jadeos, mientras apoyaba sus manos sobre las rodillas, agachándose
ligeramente hacia adelante y con una rápida y pesada respiración-yo soy...el amigo...de Quatre- alzó una mano indicándole que aguardara un momento, sin elevar su rostro ni una vez-enserio que...lamento la demora-.
-Ha pasado más de 60 min desde la hora acordada-dijo con frialdad, mientras le observaba enderezarse, llevar una mano a su cintura y la otra llevarla hasta sus cabellos en busca, quizás, de arreglarlo un poco.
-Lo sé, lo sé-alzó el rostro y le dedicó una sonrisa apenada-esta vez estuvimos trabajando para realizar algunos macarons en clase, todo tiene que ser cuidado a detalle o la textura, la forma y el sabor de los macarons no serán perfectos...tuve que practicarlo varias veces hasta que quedé satisfecho, bueno de momento-se encogió de hombros-para cuando me percaté ya era muy tarde y prácticamente tuve que venir desde el otro lado de la ciudad porque el campus de gastronomía está bastante alejado de aquí y...-detuvo su parloteo al notar que la persona frente a él solo le miraba sin decir palabra alguna.

Pudo notar como la mirada azul cobalto no se apartaba en ningún momento de su rostro, pudo ver una ligera expresión de sorpresa en el de cabellos castaños ligeramente más oscuros que los suyos.

Heero por su parte le observaba embelesado, en cuanto tuvo frente a él el rostro del ojivioleta, algo en su pecho dio un vuelco...podía escuchar que hablaba pero realmente no le prestaba atención a sus palabras, supo que dejó de hacerlo al observar como sus labios dejaban de moverse...y entonces...sonrió...y fue allí donde ese simple encuentro cambió por completo el como era su vida hasta ese momento.

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