Todo Tuyo ||Kaijun/Soojun||

Parte única

Despierta con desconcierto en su mente, perezosos dedos largos frotando sus ojos y un sol filtrándose por la ventana pequeña en su habitación ancha.

Fotografías que recuerda haber pegado en la pared cubiertas de un gris por la parte a la que no llega la luz. Soobin y Yeonjun (26 de noviembre de 2020) puede leer en una de las instantáneas al final.

Pretende salir de su departamento cuando el timbre resuena, una voz de Yeonjun le llega como un murmullo tranquilizandor afuera de la puerta.

—Huening ¿saldrás?

—!Si, hyung! ¡Tan solo espera un poco!

Se apresura a buscar la ropa, en el apartamento donde conversó anoche con Taehyun. Era cajas de comida sucias, latas de cerveza medio vacías y formas monocromáticas.

Deja escapar un supiro con eso, más sin importar sale, sus párpados resecos y estirados, el lagrimal punzando de dolor. Su mirada se ilumina al ver a su pareja, acoge con entusiasmo cada uno de sus rasgos bajo sus largas pestañas.

—Hace calor hoy.— dice, extendiendo una mano que Hueningkai aprieta con amor. El apretón de sus dedos es frío, uñas cortas y limadas con piel suave sobre unos nudillos huesudos.

-¿Quieres ir a comer algo?

El chico asiente, el color sandía en sus mejillas delatando el clima cierto, Hueningkai deseando que Yeonjun se pudiera fosilizar en el tiempo.

—A ti no te gusta el chocolate con menta Hueningkai ¿de que hablas? — dice cuando ordena.

El helado era la menor opción para un día de verano, sin embargo ahora se veía arruinado.

"Lo sabrías si tan siquiera me hubieras preguntado"

Hueningkai se echa a reír, quitándole importancia, su sonrisa llena de júbilo flotando sobre muecas silenciosas.

—De que hablas Yeonjun, si me encanta.

Pareció ser una situación del momento, no volvería a repetirse. No era un gran problema eso. Estás triste al darte cuenta del error, la camisa de molang que traes puesta ahora dejo de ser graciosa, ya que, su portador a lo lejos con postre en mano, da una extraña sensación de soledad.

Vuelve a repetirse un martes, a las dos y media de la tarde, donde en nuestra escuela lo único escuchable eran los pasillos abarrotados de voces y coches del exterior en el tráfico. Llevas esa pulsera tan bonita colgada de tu muñeca delgada, recostado en los casilleros envías miradas soñadoras al objeto.

—¿Recuerdas esa vez en la fiesta de Beomgyu?, fue tan divertido.

"No era yo"

Un viernes de películas a las diez y cuarto.

—Se que sabes que me encanta Ironman, pero ahora no se si estar del lado del Capitán América.

"Nunca me has hablado de eso"

Sin embargo, con el tiempo Hueningkai se da cuenta que Yeonjun en realidad no está haciendo preguntas. Las esta contestando.

—Lo siento Hueningkai solo quiero estar solo un momento, es todo.

Yeonjun, se quien pretendes que soy, todas las veces que hablabas sobre mí pero sabías que no era yo.

Hueningkai cree que Yeonjun cree eso, una viva imagen de Soobin. Una que está tirada en el sillón, conciente de su superficialidad. Una especie de hombre relleno, pero aún así hueco, con sombras de emoción incomprensibles.

Pero Yeonjun, yo no soy él.

En la cama cuando pronuncias su nombre en lugar del mío.

—Soobin.

Nunca te molestaste en corregirlo. Cariño, ¿acaso tu sabías que mi nombre en tus hermosos labios en los momentos que realizamos esta hermosa danza, nunca ha salido?

"Hueningkai"

Yeonjun, dicen que somos mosaicos construidos de cada persona que ha pasado por nuestra vida, sin embargo, tu pareces ser una pieza construida de un mismo color.