Estaba acostada en la cama soñando cuando de repente siento que alguien me moja con agua helada.
-¡María! ¡Te voy a matar a caso no sabes el frio que hace, estas loca!
-Levántate Aisha recuerda que hoy es tu entrevista con mi jefe, aparte deberías de ver la cara que tenías cuando estabas soñando
Dice estallando a carcajadas y saliendo de mi habitación, María y yo vivimos juntas desde los 17 años, ya que las dos queríamos venirnos a la ciudad de New York así que preparamos las maletas y tomamos el primer vuelo que había hacía aquí, mi nombre es Aisha tengo 19 años y soy rubia con el pelo por las caderas, soy muy blanca de piel, bajita, cosa que a mi mejor amiga María le hace bastante gracia, ya que siempre me llama enana, también tengo los ojos verdes esmeralda, y se puede decir que de figura estoy bastante bien, ya que tengo las curvas donde las tengo que tener.
No me di cuenta de lo tarde que era, así que rápidamente fui a tomarme una ducha, cuando salí ya estaba María sentada en la cama con la plancha y el maquillaje.
-Corre vístete y ponte el vestido rojo
Gracias a mi madre que me compró el vestido, quería dar buena impresión y con este vestido seguro que la doy. Cuando ya estaba vestida María se puso rápidamente a hacerme unas ondas en las puntas de mi cabello y me maquillo ligeramente, estaba cogiendo mi currículum cuando empieza a sonar mi teléfono, era José, nuestro mejor amigo.
-José se me hace tarde y María me esta esperando luego te llamo
Y colgué sin dejar de que me dijese algo, cuando estaba bajando las escaleras veo a mi mejor amiga riéndose y señalando mis pies, es cuando me doy cuenta de que no llevo zapatos, corriendo subo de nuevo las escaleras y cojo unos tacones negros no muy altos pero tampoco tan bajos, y bajo de nuevo saliendo de la casa con las llaves en mano y dirigiéndome al coche de mi mejor amiga.
-Enana eres muy olvidadiza, si no te llego a decir nada seguro que vas sin zapatos a la empresa
-No me lo recuerdes jirafa
Nos miramos y empezamos a reírnos, aunque no hay mucha diferencia de altura entre nosotras nos encantaba decirnos así, una vez que llegamos al edificio me quedo en la puerta bloqueada sin saber que hacer, mi cabeza me decía no que entrase ahí, pero mi corazón me decía lo contrario, que hay dentro estaba todo lo que siempre soñé, así que no me esperé más y entré.
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Mi estúpido jefe
RomanceLa verdad no se el por qué entre a trabajar a su oficina, quizás el destino fue el que me llevo hasta la entrada de su edificio, o tal vez mi alocada amiga la que quiso que yo trabajara junto con ella en el mismo sitio, siendo sincera no se como aca...