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— Pero... Me prometiste jugar conmigo a los Ninja. -Dijo la pequeña pelirroja con tristeza.
— Será otra ocasión Katsumi, tengo misiones que cumplir. -Dijo algo triste al ver a la pequeña.- Te prometo que cuando vuelva jugaré contigo.
— ¿Lo prometes?. -Dijo alzando sus ojos y abrazando su peluche. Esa escena sorprendió al Azabache mayor quien sonrió al ver la ternura que se encontrará enfrente.
— Lo prometo. -Dijo sonriendo para cargar a la pequeña y abrazarla, la pequeña recargo su mejilla en el hombro para sentir como Shisui empezó a caminar hasta llegar a la casa de la pequeña.
— Shisui. -Escucho la pelirroja la voz de su madre.
— Lamento haberle hecho esperar, aquí se la traigo. -Dijo bajando a la pequeña quien solo camino donde su mamá.
— No te preocupes Shisui, eres muy lindo al haberte tomado la molestia de traerla, ahora mismo estaba por buscarlos.
— No se preocupe, por lo menos usted no se tomó la molestia. Además, necesito irme a la Misión que me asignaron.
— No te vayas Shisui... -Exclamo la pequeña pelirroja.
— Lo lamento linda, pero ahora me tengo que ir, mi escuadrón estará esperandome. Cuando vuelva jugaré contigo a los ninjas.
— Esta bien, ten cuidado... -Dijo ella abrazando al azabache.
(......)
Xx- Creo que ya es hora. -Dijo el sujeto quien miraba la Aldea a lo lejos.
Mientras tanto un hombre abría sus ojos poco a poco, lo primero que miro fue el techo para dirigir su mirada en toda la habitación. A su lado izquierdo vio unas máquinas con aquellos cables que conectaban a su cuerpo desnudo. Pero sintió una leve presión en su brazo derecho, lentamente vio como una caballería Roja se presentaba en su visita, sonrió levemente al ver a su pelirroja favorita dormida y con sus delicadas y delgadas manos encima de su brazo.
Xx- Veo que despertaste, Itachi. -Mencionó una voz femenina.- Eso me alegra.
El miro a la mujer quien se recargaba en el marco de la puerta.
Itachi- ¿Donde estoy?, ¿Quien es usted?. -Respondio con su voz suave pero a la vez ronca al haber despertado débil.
Tsunade- Mi nombre es Tsunade Senju, soy la Quinta Hokage. Ahora mismo estas estable, como veras... -Dijo dirigió su mirada a Katsumi quien aún no despertaba.- Ella está profundamente dormida, ya que ha Estado desde unos cuatro días cuidandote, vigilando que todo estuviera en orden. Ella y yo tratamos de sanar tu corazón, y afortunadamente ella al ser una Jinchuriki de una Bestia con poderes de sanación, su chakra y la de Tomoko se esforzaron en curarte esa enfermedad. Y milagrosamente fue posible sanarte.
