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*Ya era de día, los rayos de sol entraban por los huecos que dejaba la cortina, era el comienzo de otro día, siempre me decía que madrugar y tener buena diciplina me hace una persona responsable y me senté en el borde de la cama para despejarme y continuar con la rutina*

- Buenos días Alex -entro a la habitación muy animado- he preparado el desayuno

- quiero dormir aun -cubrí mi rostro con las sabanas y el salto encima de mi–

- claro que no, debes despertar -siempre fue tan juguetón, empezó a saltar encima de mi- si no despiertas ya, tomare una difícil decisión

- ehh crees que tengo miedo -al sentir que se había detenido, salte encima de él, jamás había tenido una mejor vista, me acerque un poco a él, podía sentir el olor embriagante que provenía de el- creo que gane

- ¿Qué has ganado? -comenzó a hacerme cosquillas, no podía dejar de reír, era tan injusto- ¿te rindes Alex?

- Ssi para -dije con la voz entrecortada- tú ganas

- Alex, yo, tú megus -me detuve, lo miré, el aún seguía encima de mí, no se había movido, acomodé el pequeño mechón de su cabello despeinado- nada vamos a desayunar

- que me ibas a decir -salimos de la cama y camine detrás de el-

- nada importante -sirvió el almuerzo y nos sentamos- por cierto, hoy nos reuniremos con los compañeros de la secundaria, los invite a venir

- ¿una reunión?, hace años que no hacíamos reuniones -jugué con el cubierto y lleve el bocadillo a mi boca- espero y venga Sebastián, me cae super bien

- si en buen muchacho, también vendrá Joshua, fue quien se salió antes de entrar a tercero ¿te acuerdas de él? -dijo muy contento- estoy lleno, iré a ponerme algo cómodo para ir a comprar algunas cosas para la reunión

- Joshua -dije en voz baja- no me acuerdo bien de él -Me miro y soltó una pequeña risa juguetona- solo lavare los platos y nos vamos

- bien, en un momento vengo -mire con atención mientras se alejaba, su espalda era un poco ancha, debía ser por el ejercicio matutino que realizaba-

- ¿qué hare?, me volverá loco -me sentía frustrado- debo darme prisa

*Había terminado, deje limpia la cocina y el bajo con tanta tranquilidad, tomo las llaves del carro y salió hacia la calle, yo camine detrás de él y subimos al auto, sonaba en la radio una canción que desconocía, pero tenia buen ritmo, llegamos al centro comercial y entramos a Walmart, tome un carrito*

- bueno primero vamos a comprar las papas, después pasaremos por las bebidas y el carbón -camino adelante mío mientras yo empujaba el carrito-

- mira aquí están las papitas, lleva varias -tomé un paquete se Sabritas naturales y las puse en el carrito después de el-

- ya tenemos las papas, ahora vamos por las bebidas -estábamos buscando los refrescos y las cervezas- mira están en este pasillo

- llevaras de dos litros o uno -dije mientras caminaba a ayudarle, en ese momento paso alguien corriendo y me empujo y me sostuvo con delicadeza- ¿Por qué no tiene cuidado?

- estas bien -dijo agitado, sus manos rodeaban mi cintura, mi corazón latía rápido, solo asentí y volteé a otro lado- bueno ya tenemos todo

- gracias -llevábamos todo lo que necesitábamos, esperamos a que la fila se hiciera pequeña y Dylan pago, quería darle la mitad del dinero, pero él se negó- no puedes pagarlo todo, déjame darte la mitad

- no Alex, yo dije que compraría las cosas -me miro serio y abrió la cajuela para meter las bolsas- anda volvamos para preparar todo

*Al llegar a casa terminamos acomodando todo para dejar todo preparado*

- tenemos todo listo, solo falta a que lleguen todos -alguien toco el timbre me dispuse a abrir la puerta- adelante

- cuanto tiempo sin verte Alex, se ve que has crecido -notaba el sarcasmo-

- me alegra también verte -me hice a un lado y el entro con tranquilidad-

- qué bueno volver a verte Aldo -ambos se abrazaron-

- estoy de vuelta parras -entro de manera dramática a la casa- ohh bebe Alex has crecido mucho, te ha alimentado bien Dylan -al principio no entendí y al darme cuenta que hablaba en doble sentido solté una leve risa incomoda-

- qué bueno verte de nuevo Santiago -interrumpió – mira, en la mesa están las bebidas y las botanas por si gustas

- relájate Dylan -dijo divertido- me serviré un vaso de agua ya que vengo seco

- no quiero saber la razón de que vengas así -todos reímos ante el comentario-

- que buena broma Aldo –dijo molesto- por cierto, no ha llegado Joshua

- no creo que tarde, espero que ya que él dijo que traería lo que faltaba -dijo mientras se estiraba un poco-

- realmente todos nos llevábamos tan bien- no lo creo -subí las escaleras para recostarme en la cama de mi habitación- de nuevo me duele la cabeza

- te sientes bien -toco mi frente para confirmar que no tuviera calentura- quieres que vayamos al medico

- no es necesario -mire el piso intentando calmarme, sentía que mi cabeza explotaría, todo daba vueltas- no te preocupes tanto, estoy bien

- hasta cuando me dejaras de mentir y me dirás como en verdad te sientes -me miro con enojo- no lo entiendes en verdad

- solo somos -no puedo decir algo que no siento- tu eres el que no entiende nada, quiero llevarte la contraria, pero me es imposible decirte lo que me molesta de ti, eres patético cuando me mencionas a alguna chica de las que te sueles ligar, solo juegas con ellas y conmigo, me canse de sentirme enfermo después del accidente de hace dos años

- chicos su discusión de escucha hasta abajo, no me quiero meter, pero no creo que sea momento para esto -llamo nuestra atención y decidimos bajar-

- pequeño Alex porque estas de pésimo humor -todos dirigieron su mirar hacia el- ¿qué paso?, he dicho algo malo

- no cesar no dijiste nada malo -le di una pequeña sonrisa-

* la reunión transcurrió normal y la noche se había echo presente, acompañamos a los chicos a la puerta, después de que todos se fueron pude dirigirme a terminar de limpiar algunos platos y vasos*

- lamento lo de hace rato Alex, no sabia que te sentías de esa manera -sus palabras eran sinceras, pero no tenia ganas de hablar con el- si puedo arreglar las cosas de alguna manera dime y lo hare

- no hay nada que puedas hacer -subí las escaleras sin mirarlo y cerré la puerta con fuerza- porque le dije esas cosas, fui muy estúpido -con cuidado abrí la ventana de la habitación y bajar las persianas- se te olvidaron las promesas verdad

El chico de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora