Todo para en una Veterinaria

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La lluvia caía a cantaros. A duras penas podía ver por dónde iba pero nada le importaba. Hebras rebeldes de su cabello se pegaban a su rostro y aun así siguió corriendo. La luz era escasa pero sabía hacía donde iba.

Corrió por las calles desoladas unos metros más, hasta que el aviso luminoso por fin estuvo a su vista.

Aliviado, apretó el paso y se alegró de leer con los ojos mojados que decía "24/7"

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***

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La jornada prometía ser tranquila.

Dentro de las instalaciones, solo había tenido que ir a ver a un bebé que lloraba sin cesar; solo necesitaba algo de afecto para caer dormido y ella pudo retornar a sus actividades llenando registros... esperaba que el cachorro no volviera a ladrar en toda la noche.

Finalizando lentamente sus tareas, se disponía a revisar sus redes sociales en el celular o ver quizá algún video gracioso, cuando de repente sintió que algo se estrellaba estrepitosamente en la puerta de cristal.

Con el corazón a mil, asomó la cabeza fuera del cubículo de la recepción y agradecía enormemente que parte de los protocolos de seguridad consistiera en cerrar con seguro la puerta a esas horas de la madrugada.

Armándose de valor, se acercó otro poco pero no vio nada más que la lluvia a través del cristal.

Convenciéndose de que seguramente había sido solo una rama suelta, producto de la tormenta, se dispuso a relajarse de nuevo, sin embargo sus ojos captaron rápidamente algo que se movía en el suelo al otro lado de la puerta.

***

El día anterior se había visto "¿Quién engañó a Roger Rabit?".

Alguna parte de su cabeza pensaba que el conejo estaría feliz por él al haber logrado ver estrellas en lugar de pajaritos.

Intentó espabilarse... intentó recordar su propio nombre y saber por qué estaba en el suelo.

En un segundo estaba caminando rápidamente al local, al llegar a la puerta intentó entrar apurado, y en el otro su cabeza chocó contra el cristal y ahora la lluvia lo mojaba completamente.

"¿Qué... qué hago aquí?" Se preguntó Shikamaru. Al abrir poco a poco los ojos, el letrero brillante se lo recordó

"Veterinaria"

¡El gato!

***

La figura se empezó a mover y Temari pudo ver que era una persona... era un hombre, vestido completamente de negro y cubierto por algo de barro.

Un bandido....

Agarró la palanca que escondía siempre al lado del cubículo esperando que no fuera a tratarse de un asaltante pero en cuanto la persona se puso en pie, empezó a tocar a la puerta frenéticamente. Dijo algo pero el ruido de la lluvia y el hermetismo de la puerta, no permitían escuchar. El cristal se vio empañado rápidamente por barro y... ¿sangre?

Impactada como estaba, no hacía más que pensar en qué estado de drogadicción en que estaba para intentar entrar de esa forma.

Parecía que intentaba mostrarle algo pero no podía saber qué.

Solo milisegundos pasaron cuando vio que él bajaba la cremallera de su chaqueta mostrando una camisa blanca debajo de ella.... Temió que fuera un exhibicionista.

Pero pronto, en contraste a la camisa blanca, pudo ver lo que intentaba mostrarle antes.

Tirando la palanca al suelo, corrió a abrir la puerta inmediatamente.

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⏰ Última actualización: May 03, 2021 ⏰

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