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- ୨୧ LEE HEESEUNG (☆)
él estaba pasando por los pasillos de la biblioteca cuando escucho unos sollozos bajitos. quedó algo sorprendido por aquel ruido, y la curiosidad se instaló en su cuerpo, por lo que se dispuso a asomarse al siguiente pasillo, específicamente al último. el lugar estaba vacío, excepto por un cuerpo arrimado en la esquina de un estante, quedando casi oculto. cuando notó que eras tú, la persona que le gustaba, sintió su corazón quebrarse. no pudo evitar que sus pies se dirigiesen a dónde te encontrabas con el rostro apoyado en tus rodillas.
toda la timidez que acostumbraba poseer cada que se trataba de hablarte, se fué cuando dijo,- un ángel tan lindo no merece estar triste.
para posteriormente sentarse a tu lado, y hacerte compañía, a pesar de no conocerse tanto.
- ୨୧ JAYPARK (☆)
él es un chico encantador, eso lo sabemos, pero, no se vuelve tan encantador cuando nota que te han hecho llorar frente a toda la escuela.
jongseong está en su último año de preparatoria, y por ende, deben respetarle al ser un "mayor". así que, sin vacilar, se encaminó al estudiante de segundo año que te había molestado, para dejarlo en su lugar, antes de obligarle a disculparse y sacarte de allí, secando tus lágrimas.
-oye, no dudes en darle una cachetada a tipos como esos, ¿si? -te sonrió, creando una imágen dualitiva de él en tu mente.
jay se fué tras asegurarse de que estabas mejor, su corazón latía desenfrenado, recordándole que pudo hablar y tocar las mejillas de su crush.
quién probablemente haya quedado hechizada/o por el comportamiento protector que mantuvo hacía ella/él.
- ୨୧ JAKESHIM (☆)
ese día había amanecido lluvioso, por lo que la escuela no estaba tan concurrida como normalmente debería estar. el patio estaba empapado de esquina a esquina, y no habían estudiantes circulando, por la prevención a mojarse el trasero en las bancas inundadas.
jake caminaba tranquilo, observando lo lindo y vivo que se veía el jardín tras una lluvia, hasta que el típico sonido de un resbalón llegó a su sistema auditivo. la cuestión de que alguien se haya caído saltó en su cabeza, y cuidadoso, se apresuró a observar, para intentar ayudar.
resulta y acontece que tan solo eras tú, empapada/o de pies a cabeza, con lágrimas cayendo por tus mejillas.
se sintió nervioso, tal como siempre le ocurría al estar cerca de ti, hasta llegó a temblar un poco. pero tras unos segundos de paralización, un suave hipido le puso en marcha.
