Parte 1

5.7K 344 375
                                    



Aquella mañana despertó Fushiguro Megumi, sintiéndose extrañamente pesado, como si estuviera empachado por comer demasiado la noche anterior, lo cual era ridículo pues había cenado saludablemente, se había ido a dormir puntualmente a las 10 de la... No, espera, eso no había pasado la noche anterior. Su cabeza le dolía, eso era... Oh, cierto, la resaca. ¿Cuánto había bebido ayer y por qué? ¡Ah, todo era culpa de este tarado bueno para nada! Y luego, estaba compitiendo con Itadori para ver quién de los estudiantes tomaba más... (competencia que ganó Nobara cuya resistencia al alcohol se añadía a la lista de sus muchos fuertes), hasta que la cosa escaló y... Sí, recordaba que en algún punto se había besado con Itadori, y habían ido a su habitación y... eso no es todo, algo pasó luego, pero, ¿Qué?

—¿Descansaste, mi querido? —escuchó una voz grave y burlona, que no era la voz de Itadori en absoluto. Se le enfrió el culo de golpe del susto, ese era...

—¡Sukuna! —tiritó su nombre, temiendo lo peor, y por la sonrisa que tenía Sukuna en su, literalmente, maldita cara, sus temores se confirmaban.

—¿Dónde está Itadori? ¿Qué hiciste con él? ¡Regrésale su cuerpo!

Miren que era impresionante ponerse a gritonearle al rey de las maldiciones, pero hacerlo con el culo desnudo y el aliento a alcohol era un nuevo nivel de impresionante.

—No podré hacerlo hasta que el proceso termine, hicimos un trato el mocoso y yo.

—¿Proceso? ¿Qué...? ¡Ahhhhg! ¡Me duele la cabeza! ¡Tráeme agua!

—¿Me ordenas...?

—¡AHORA MISMO!

—Sí, enseguida.

Hasta Sukuna estaba sorprendido del poder que Megumi tenía ahora sobre su persona, seguramente era por "eso", pero bueno de momento lo importante era que su querido Megumi tenía sed y por ende fue a conseguirle agua. Megumi siempre tenía botellas de agua en su escritorio así que eso fue conveniente. Bebió una de golpe y se incorporó en la cama donde... Uy, sorpresa, un dolor de caderas y culo tremendo le hizo soltar un grito y... además... Se miró. Todo normal... No, espera, ¡Noooooo!

—¡¿DÓNDE ESTÁ MI PENE?!

—Ah, eso... —Sukuna se encogió de hombros—, ¿Cómo podríamos engendrar a mi heredero sin un útero? Pensé que sería más sencillo si transformaba tu cuerpo, solo en la proporción necesaria.

—T-t-t-t-t-t-tengo.... U-una... V-V-V-V-V-V....

—¿Qué nunca has tomado a una mujer? ¿No les enseñan estas cosas a los humanos de hoy en día? Lo dudo considerando todo el porno que consume el maldito mocoso —Sukuna no tenía quejas en ese sentido, aunque honestamente los gustos del mocoso eran vulgares y simplones, además de que gustaba demasiado de extranjeras, ¿A dónde se había ido el gusto por lo tradicional? Igual, su mente estaba en el cuerpo de alguien más en otro género. Sukuna observó el pánico de Megumi, absolutamente petrificado y horrorizado por sus nuevas temporales partes; se burló estallando en una risotada digna de ser el rey de los mierdas, ejem, digo, de las maldiciones— tienes una vagina y una vulva, ya sabes, el paquete completo, ¿te gusta? A mi me gusta, es rosadita y todo.

Y... Megumi se desmayó.

—Ups... Creo que fue demasiado para él, ¿viste eso, mocoso? Mi esposo es de lo más hilarante.

—¡Cual esposo ni qué nada! ¡Megumi es MI amante! ¡Tu solo te aprovechaste de nuestra calentura!

Le respondió Itadori desde el fondo de sus almas, donde estaba viendo todo el horrible espectáculo.

La bendición de Sukuna || SukuFushi +18 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora