Capítulo único ❣ Yo amo a Stan Marsh

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NOTAS:

-Poliamor (no, el poliamor no es una relación abierta)

-Los chicos tienen 17 años en esta historia

-No es un triángulo amoroso, en el poliamor todos los involucrados se aman por igual, por lo que si esperabas escenas de celos o peleas por el amor de "x" personaje esta historia no es así.

Era un viernes por la tarde y todos los chicos de la preparatoria de South Park ya habían salido a disfrutar de un breve pero muy merecido descanso de todas sus obligaciones y deberes escolares. Todos excepto Stan, quien debía quedarse para atender sus sesiones de terapia con el Señor Mackey desde la semana pasada. Esto había desconcertado a todos incluyendo a Stan ya que, aunque reconocía que no se había estado sintiendo muy bien los últimos meses, nunca sintió la necesidad de hablarlo con alguien, o mejor dicho, no quería hablarlo con nadie.

Claro, años atrás pasó por una etapa difícil y tuvo que lidiar con un episodio depresivo pero pudo superarlo. Nunca había sido un chico ansioso pero la situación lo tenía muy agotado, prefería mil veces estar afuera pasando la tarde con sus amigos, en su casa perdiendo el tiempo viendo algún programa estúpido en la televisión o simplemente encerrarse y ver algo de porno por internet, no se sentía muy orgulloso de esto último pero cuántos de sus amigos no lo hacían ¿verdad?

Pero no, ese día le tocaba estar afuera de la oficina de su consejero. Trató de distraerse leyendo los múltiples carteles en el mural de su escuela (carteles que generalmente ignoraba) mientras se tambaleaba en su asiento impaciente.

-Stan Marsh- finalmente escuchó la voz del señor Mackey llamándolo para iniciar su sesión. Soltó un largo suspiró y se levantó para entrar a la oficina.

-Hola, Stan.

-Hola- respondió en un tono de desinterés y se dispuso a sentarse en frente del hombre dejando caer su mochila al piso.

-¿Cómo has estado?- Stan puso sus ojos en blanco. Ya sabía por dónde iba, todos los días eran lo mismo: comenzaba preguntándole sobre su día, su relación con sus padres y qué tal iba en sus clases y todos los días la respuesta era la misma.

-Bien- Su consejero lo miró en un modo desafiante, el chico se dio cuenta que esta vez no se había tragado su mentira, giró sus ojos al otro lado evitando tener contacto visual- Bueno, normal, ni muy bien ni muy mal. Señor Mackey ahorrémonos esto, es viernes y ni usted ni yo queremos estar aquí.

-Oh, vamos Stan. No tienes que ponerte a la defensiva- dijo mientras se ajustaba sus lentes y soltaba la libreta que tenía en mano- Sabes...pudiste haberte ido en cualquier momento pero aun así estas aquí.

Esa respuesta sorprendió a Stan, nunca había respetado al consejero escolar pero ahora se mostraba ¿desafiante? Fuese lo que fuese no iba a dejarse intimidar por alguien como él, pero tenía que actuar rápido.

-Sí, bueno...si faltaba usted le hubiera avisado a mis padres ¿verdad? Contrario a lo que usted piensa no soy un "chico problema", en lo absoluto. Sólo no quiero estar aquí.

-No creo que lo seas, Stan- respondió con firmeza pero con un tono suave- sólo creo que en realidad tienes algo que quieres sacar pero no sabes cómo.

Stan se quedó callado. No sabía que responder porque lo había descubierto. En realidad...sí quería sacarse algo del pecho, algo que lo había estado torturando desde hace mucho tiempo, algo que...pondría en duda quién es realmente.

-¿Es sobre tus padres, Stan? ¿Alguien está intimidándote? ¿Una chica?- La última pregunta hizo que finalmente el acomplejado joven sintiera la necesidad de contar toda la verdad.

[STENDYLE] Stan tiene dos manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora