𝓦𝓱𝓪𝓽 𝓪 𝓯𝓮𝓮𝓵𝓲𝓷𝓰 ♫ |Bakudeku-Katsudeku|

Parte única.

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La luna brilla en lo más alto del cielo mientras las estrellas acompañan su resplandor. Pero no es la luna la que me cautiva en este día del frío diciembre, mientras el pueblo celebra que pronto, la corona pasará a mis manos.

Pero yo tengo más que celebrar.

No es su brillo el que me deslumbra y da luz a mi mirar. No, no lo es.

No son las estrellas las que todos quieren contar el día de hoy. No, no lo son.

No es el frío de la noche lo que hace que todos hayan quedado sin aliento. No, no lo es.

No son los músicos que alegres tocan bajo una noche estrellada los que los tiene encantados. No, no lo son.

No es la luna.
No son las estrellas.
No es la noche.
No es la música.

Eres tú.

Te observo a través de la línea que hay entre nosotros, en este gran salón, eres el centro de atención esta noche.

Y comprendo la necesidad de las personas de estar junto a alguien más, pero justo ahora, no puedo tenerte cerca. Todo el mundo quiere estar a tu alrededor.

Te veo bailar, y puedo asegurar que son tus ojos los que iluminan el lugar. Puedo verlos, no hay mentira en ellos.

Das vueltas y vueltas mostrando esos blanquecinos dientes al lado de alguien más en este momento.

Ríes, y puedo jurar que tú risa es la mejor canción que un enamorado bajo una noche estrellada, haya escuchado. Justo ahora, estoy seguro que el cielo bajó y estoy en el.

Nadie puede detenerte, eres fiel creyente de eso.

Robas el aliento de todo aquel que te ve.

Y es que eres tan radiante cuando eres libre con la música. Amas bailar, lo sé, lo he visto antes.

Lo haces en cuanto la música suena, no puedes no hacerlo, ya sea con simples gestos mientras tarareas el ritmo de la música, o aún cuando la melodía solo está en tu cabeza.

Pienso en lo afortunado que soy al presenciar como tus pies se mueven en perfecta sincronía con cada nota que los músicos hacen sonar.

Entonces, siento como a pesar de todo, me falta algo.

"Quiero estar a tu lado."

Y como si hubieses escuchado mis pensamientos, volteas a verme, me regalas la más sincera y hermosa sonrisa que he visto, mientras tus ojos conectan con los míos y te apoderas de mi. No puedo respirar cuando veo que te acercas, acortando cada vez más esa línea entre nosotros.

– ¿Quieres bailar?– Me preguntas, y yo solo observo como esos labios que amo con locura, se mueven, haciendo que las dulces palabras resuenen en mis oídos en una perfecta armonía, y observo como las esmeraldas de tus ojos brillan como nunca antes las había visto, haciendo que tus pecas se vean aún más tiernas en tus mejillas sonrojadas.