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|| [3 MESES ANTES] ||






R A F A E L L A


Tome un sorbo de jugo mientras esperaba a Nathaniel, este chico seguía con la manía de hacernos llegar tarde al instituto.

Estaba sumida revisando mis redes sociales hasta que Lía me interrumpió.

- Señorita Rafaella, hay alguien que la busca en la puerta.

- Hazlo pasar Lía. - le sonreí.

- Ya lo intente pero la persona insiste en tratar los asuntos afuera. - rodé los ojos. - Se encuentra en el portón principal.

- Muchas gracias, ahora lo atiendo.

Tome mi bolso de la mesa y lo colgué a mi hombro, me puse de pie y comencé a caminar hacia la entrada de la casa.

Tuve que cruzar el jardín principal para poder llegar hasta el portón, cuando abrí la pequeña puerta de este me tope con quien menos esperaba.

- Entiendo que es una sorpresa verme pero quita esa cara de ostia. - se encontraba recargado en un pequeño auto rojo mientras fumaba un cigarrillo, observe su rostro y puede notar aún unos ligeros hematomas.

- Me sorprende verte Nano, ¿Cómo lo llevas?. - señale su rostro.

- Creo que bien, no es algo que me preocupe. - asentí. - Vengó por aquí a agradecerte como actuaste esa noche conmigo, no tenías ninguna obligación y aún así lo hiciste.

- Se reconocer cuando alguien está en problemas y nunca está de más ayudar.

- No eres igual a todos los de ese matadero. - exclamo.

- Tu hermano me lo decía seguido. - reí y mire mis manos. - Pero todo está en la educación.

- Ahora entiendo, tu eres la chica por la que está colado el Samu, vaya.

- No te equivoques. - Nando suspiro.

- No entiendo que cojones se trae entre manos Samuel, pero tarde o temprano eso le hará daño, y me preocupa demasiado.

- Es tu hermano, supongo es normal. - me acerque levemente hacia el.

- Samu se está desviando de su objetivo, se que no soy nadie para pedirte esto niña pero necesito que me ayudes a encaminarlo un poco. - suspiré.

- Nano, sin conocerte me caes muy bien gracias a que no tienes miedo en decirle sus verdades a los pijos. - ambos reímos. - Pero no me pidas eso, yo tenía toda la intención de ayudar a tu hermano, pero ya no lo conozco.

- Uno a veces puede perder la cabeza al enamorarse, Marina fue su primer amor y se la arrebataron, en realidad yo se la arrebate. - asentí entendiendo a lo que se refería. - El nene está perdiendo la cabeza por conocer la verdad y por librarme a mi de esa mierda, solo no quiero que termine como yo.

El chico bajo su rostro abatido, entendía su sentir, yo por Nathaniel y Antoine daría hasta la vida, pero en este caso me era imposible ayudarle.

- Te entiendo, pero si Samuel quiere hacer así las cosas, ni aunque nosotros lo corrijamos mil veces el lo dejara. - Nano solo asintió.

DUSK TILL DAWN | ÉLITE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora